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Martín-Moreno Cerrillo, Quintina. (2000). Bancos de talento. Participación de la comunidad en los centros docentes. Madrid: Sanz y Torres.281 pp.ISBN 84-88667-58-2 Reseñado por Isabel Cantón Mayo11 de diciembre de 2001La tendencia internacional a la progresiva participación de la comunidad en los centros docentes, va poco a poco calando en el sistema educativo Español, donde esa tradición no existía. La autora, desde un enfoque social pretende democratizar y contextualizar la organización de las instituciones escolares y así, partiendo de una perspectiva didáctica, considera que la participación externa favorece el aprendizaje escolar y la participación de los alumnos entendiendo la participación como un aspecto de mejora de los centros educativos. Este trabajo investiga las deficiencias de participación externa para alcanzar un adecuado desarrollo de los centros educativos. Su objetivo es detectar las dificultades y encontrar las posibilidades de participación comunitaria que se expresan en los llamados bancos de talento que en la práctica permanecen ignorados por los establecimientos escolares. Las experiencias de participación siguen siendo escasas, de tipo piloto, ocasionales, con poca continuidad y sin insertarse en el Proyecto Educativo de cada centro. En el planteamiento, que abarca la primera parte del libro, la autora recopila del marco legal Español partiendo del art. 27.2 de la constitución y pasando por la LOGSE y la LOPEG, (las dos grandes Leyes Nacionales sobre Educación de 1990 y 1995), los Consejos Escolares Autonómicos, y muestra la participación externa de los padres en los centros educativos como un hecho, aunque con una incidencia limitada en las tareas decisorias, para preservar a los centros de decisiones educativas tomadas por no personas que no son especialistas. Esto supone la pérdida de la riqueza derivada de la dinamización externa de los centros educativos. Aquí se recogen datos de la participación en las elecciones a Consejos Escolares (órgano de participación de los padres y la comunidad en el gobierno de los Centros Educativos Españoles) en los centros públicos del año 95-96 que oscila entre el 29 % de máxima en Educación Primaria, y el 0.84 % en Escuelas de Idiomas, o el 2% en Formación Profesional (FP). La participación comunitaria sube ligeramente en centros privados concertados y baja el de representantes elegidos, pero los de FP siguen siendo los centros privados con menor porcentaje de participación comunitaria, el 8,73%. Los datos del Centro Madrileño de Investigaciones Pedagógicas detectaban que el 66% de los padres no colaboran con la Asociación de Madres y Padres (AMPA). En el repaso al estado de la cuestión Martín-Moreno clasifica varios centros por el tipo de participación de los padres que se da en ellos: un grupo caracterizado por la escasa participación (padres sin problemas, padres sin problemas e ideas juveniles, padres no quisquillosos, o los que respetan las competencias del claustro); otro grupo de centros caracterizado por la reticencia e incluso conflictividad entre los profesionales y los padres (gestión aristocrática del profesorado y la larga sombra del claustro); el tercer grupo con conflictos y reticencias de los padres (la dictadura de los padres, gallardía y generosidad del magisterio y un comedor con colegio). Estos resultados están avalados por otras investigaciones como la de Fernández Enguita 1993, Santos Guerra 1997 o el INCE (Instituto Nacional de Ciencias de la Educación), 1998), por lo que la autora tipifica las modalidades de participación de los padres: inoperancia participativa de los padres o inexistencia de mecanismos de participación de padres y alumnos. Con estas premisas la autra ya había llevado a cabo una investigación en los centros de Madrid aplicando un muestreo cualitativo: el criterio de relevancia de sus relaciones con la comunidad. A pesar de la heterogenidad en éstas la autora encontró en 1993 seis modalidades de interrelación centro educativo-comunidad: los centros que comparten el establecimiento con otros usuarios; los que utilizan sistemáticamente recursos educativos de la comunidad; los centros bidireccionales; los que integran algunas instalaciones de uso compartido; los grandes complejos educativo-comunitarios y las redes educativo comunitarias. La emergencia del paradigma de desarrollo organizativo de los centros educativos basado en la comunidad (DOCE-BC) fue el hallazgo más novedoso de la primera investigación. Además la autora hizo un estudio del mismo tema en el entorno norteamericano en 1996 que concluía con la aportación de que esta interrelación centro-comunidad es una herramienta única para la redistribución de la energía de la colectividad dirigida a colaborar en la dirección escolar. El estudio sobre el rol del participante externo en los centros educativos muestra las ventajas que tiene esta figura para el progreso de los escolares y su comportamiento. En el caso de los padres no está socialmente definido este rol por lo que siguiendo a Epstein (1987) caracteriza estas funciones en cinco relativas a la educación de los hijos: básicas, familiares y escolares, participación en las tareas escolares en casa, en el gobierno del centro y participación en el centro educativo. Es de destacar el rechazo de los alumnos de Enseñanz Media hacia la participación de sus padres en el centro por ser ésta una etapa de mayor autonomía. Entre los padres hay diferentes actitudes hacia la participación por razones culturales, de status y sociales. Por ello considera básico la autora el instaurar la cultura de la participación, que se retroalimentará si los participantes externos perciben autoeficacia. La investigación que la Catedrática Martín-Moreno Cerrillo ha desarrollado en este sustancioso volumen tiene por objetivo indagar sobre la construcción del rol de participante externo en los establecimientos escolares desde la perspectiva de los profesionales de los centros de primaria y secundaria. Dos son los colectivos investigados: los padres de alumnos por un lado, y por otro, los restantes miembros de la comunidad que, aún sin hijos en la escuela, deseen colaborar con ella. Con un amplio abanico de objetivos más específicos como los factores que limitan el desarrollo de la participación externa o el establecimiento de modelos habituales de acción en participación externa, diseña una investigación en el marco de la ecología escolar, aunque sin explicitación de hipótesis para evitar un planteamiento excesivamente cerrado, dado el alcance exploratorio de la investigación. Destaca en este aspecto la introducción de preguntas abiertas en el cuestionario de recogida de datos para dar opción a la aparición de datos no previstos por la investigadora. La búsqueda de variables dinámicas a través de la metodología cualitativa permitía poner sobre la mesa las prácticas y las opiniones de los profesionales de los centros. La muestra es amplia (209 personas distribuidas en 51% de mujeres y 48 % de hombres y con participación de profesores de infantil, primaria y secundaria como colectivo más numeroso (el 50%) Directores y miembros de equipos directivos (el 26 %) Orientadores y Psicopedagogos (15 %) e Inspectores (8%) seleccionados de forma aleatoria con criterios como la zonificación, la diversificación de los centros y un mínimo de cinco años de servicios. La recogida de datos se realizó mediante un cuestionario elaborado al efecto con amplio número de preguntas abiertas. Se realizó una prueba piloto a 29 personas en un primer momento y se redujo la extensión por ser muy amplio este primer ensayo de 55 a 24, de ellas 20 temáticas y cuatro centradas en variables contextuales al final de cuestionario. Las áreas relevantes de indagación fueron 11: elección de representantes de padres/madres en el consejo escolar; representantes de padres/madres en el consejo escolar; otros representantes externos en el consejo escolar; asociaciones de padres/madres; participación de los padres/madres en actividades escolares; colaboración de otras personas externas en las actividades escolares; actividades post-jornada escolar; participación interinstitucional; estrategias para el incremento de la participación comunitaria; información sobre experiencias relevantes centro ecucativo-comunidad; información muestral. El análisis cualitativo-cuantitativo presenta una rica información ítem a ítem de las dificultades, los problemas, las desconfianzas y recelos entre la comunidad escolar y la local. Cómo síntesis la autora presenta unos bancos de talento en la comunidad infrautilizados según las principales conclusiones generales: la marginalidad de la participación de los padres en los centros educativos percibida por los profesionales de la educación y actividades extraescolares y muy limitadas. Las atribuciones de los profesionales a las formas de participación son generales y están poco elaboradas, ya que se perciben más como exigencias legislativas que como dimensiones de desarrollo. La explicación que los profesionales dan a la escasa participación comunitaria es el reducido número de representantes externos que otorga la legislación escolar, además de que los modelos habituales de acción son de poca entidad. Parece que los profesionales no son conscientes de la parte de responsabilidad que tienen en mejorar la cultura participativa escolar y no se plantean cómo pueden implicar de forma más efectiva a los padres y a la comunidad en la gestión y en la práctica de los centros docentes. Como aportación para la construcción del rol de participante externo en los centros educativos, establece la autora cuatro niveles y un conjunto de variables dinámicas que definen la participación externa de cada uno de ellos. El primer nivel lo define la construcción del rol socialmente; el segundo las actuaciones del centro educativo respecto de la participación externa; el tercero las teorías implicitas/explícitas de los profesionales del centro sobre el rol de los participantes externos y el cuarto las decisiones de los potenciales participantes externos. La investigación, que fue seleccionada por el CIDE (Centro de Investigación en Educación) por su innovación y distinguida con mención honorífica en los Premios Nacionales Españoles de Investigación Educativa, presenta aportaciones novedosas, únicas y destacadas. Invita a reflexionar sobre las posibilidades del entorno comunitario y a su implementación y desarrollo desde la escuela en el marco contextual Español. Como todas las de la autora es de gran rigurosidad, meticulosa y fina en su análisis de resultados. Obra inexcusable de referencia para estudiar estas relaciones centro-comunidad desde una perspectiva de colaboración y encuentro. Acerca de la autora del libroQuintina Martín-Moreno Cerrillo es catedrática de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid (España) en las áreas de didáctica y organización escolar. Ha publicado numerosos artículos en revistas españolas y extranjeras y ha publicado los siguientes libros Desarrollo organizativo de los centros educativos basado en la comunidad, Madrid, Editorial Sanz y Torrees (1996); La organización de centros educativos en una perspectiva de cambio, Madrid, Editorial Sanz y Torrees (1996). Acerca de la autora de la reseñaIsabel Cantón Mayo es Doctora en Ciencias de la Educación y Profesora Permanente Titular de Universidad del Área de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de León. Es autora de más de una docena de libros, correspondientes a la materia de la que es Titular: Didáctica, Organización, Administración, supervisión y Dirección de Instituciones Educativas, Implantación de Modelos de Calidad en Educación, Recursos Humanos y Nuevas Tecnologías. Reseñas Educativas/ Resenhas Educativas publica reseñas de libros sobre educación de publicación reciente, cubriendo tanto trabajos académicos como practicas educativas. Todas las informaciones son evaluadas por los editores: Editor para Español y Portugués Gustavo E. Fischman Arizona State University Editor General (inglés) Gene V Glass Arizona State University Reseñas Educativas es firmante de la Budapest Open Access Initiative. |
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