lunes, 24 de marzo de 2025

Botero Bernal, Andrés (2002). El papel del Intelectual: pasado, presente y futuro inmediato. Reseñado por José V. Echeverri

 

Botero Bernal, Andrés (2002). El papel del Intelectual: pasado, presente y futuro inmediato. Ed. Universidad de San Buenaventura, Medellín.

Pp.220
$13         ISBN 958-96422-7-6

Reseñado por José V. Echeverri
Universidad de San Buenaventura, Medellín, Colombia

17 de marzo de 2003

Resumen. Este libro del profesor Botero hace un recorrido sobre el concepto de ser intelectual, desde la antigua Grecia, en las mentes y las voces de los grandes filósofos que pusieron las bases de Occidente. En el primer capítulo se analiza el origen del poder desde lo mágico hasta la república democrática, y para el efecto, el autor nos lleva por varias teorías y nos acerca a Emilio Zolá, como ejemplo del intelectual comprometido, y a intelectuales colombianos del siglo XX, como González y Zuleta. En el último capítulo sobre el futuro inmediato, el autor propone: 1) que es ingenuo que el intelectual pretenda ser la conciencia de la sociedad y 2) que nadie, mucho menos el intelectual, puede afirmar que posea la verdad.

Summary.This book by Professor Botero analyzes the concept of intellectuality, starting with the models developed in classic Greece and the voices of the great philosophers who founded Western culture. The first chapter analyses the power of magical ideas and the democratic republic. For this purpose the author takes the reader through several theories and settles on Emilio Zolá as an example of the compromised intellectual. Additionally, he treats González and Zuleta, Colombian intellectuals from the 20th century. Finally, the author proposes that it is disingenuous to think that the intellectual is the conscience of society and that nobody, much less the intellectual, can say that he possesses the truth.

Abordar el tema del papel del intelectual en los actuales momentos, es un esfuerzo que requiere de valentía y al mismo tiempo de gran capacidad para asumir riesgos frente a las formas como es pensada la realidad física y sociopolítica en el mundo académico.

Para finales del siglo XX y principios del XXI se presenta una diversidad en los grupos humanos que bien podrían denominarse intelectuales. Es común encontrarlos en los centros culturales, de investigación y universidades; allí desarrollan un sinnúmero de actividades que pueden ir desde la investigación científica, pasando por el análisis social y político, y anclándose en las formas de expresión artísticas.

En sus quehaceres cotidianos, los intelectuales no se diferencian de un profesor universitario o un científico que se sumerge en sus ideas o teorías. Adquieren estas personas, una gran importancia en el contexto histórico – social por la manera de enfrentar los grandes eventos que se debaten en mayor escala en lo regional, nacional e internacional. También es necesario diferenciarlo del político de oficio, ya que el intelectual no busca defender algún tipo de favoritismo de estatus económico en beneficio propio o de su grupo. En la medida de lo posible, los intelectuales, tienen como horizonte “alguna forma de la razón”, y realizan los más complejos análisis en un afán sin fronteras para defender la razón. Aquí, claro está, podemos ubicar el sentido de la “verdad”.

En estas pocas palabras, trato, sin lograrlo, dar cuenta del libro del profesor Botero, donde, en un primer capítulo, se muestra un recorrido por el sentido de ser intelectual, desde la Antigua Grecia, en la que los grandes filósofos nos indicaban el camino, al mismo tiempo que lo construían, y es lo que hoy llamamos con orgullo la cultura de occidente; esto no implica que aceptemos con fe las pautas que fundan esta manera de pensar y hacer.

Lo que podemos mirar en este libro, es cómo el tema no fue ignorado en épocas antiguas, y sirvió como un foco de reflexión que nos funda las maneras de reflexionar y practicar la política. Así, no es gratuito que esta primera parte tenga marcado énfasis en el origen y evolución del poder, donde el profesor Botero trabaja desde las siguientes preguntas ¿cómo evolucionó la institución del poder desde una simple expresión mágica del interpretador de la voluntad divina, hasta las elaboradas repúblicas democráticas? ¿qué motivó a que dentro de la sociedad, la búsqueda del poder constituyera el motor de la historia? ¿ por qué el hombre sacrifica su libertad ante un poder en expansión?. Esto no significa, claro está, que el autor nos entrega una respuesta terminada; él con gran prudencia nos recrea por varias teorías que permiten aproximarse con profundidad en el tema.

Como el profesor Botero siempre está cargado de información y no puede evitar procesarla y generar sus propias categorías de análisis, nos pasea, en un segundo capítulo, por Emilio Zolá y otros, llevándonos –en el capítulo tres- sin malos tratamientos lógicos, hasta los intelectuales colombianos como Fernando González o Estanislao Zuleta que marcaron el siglo XX.

Entonces, el recorrido que nos muestra del intelectual en Colombia no es una historia extensa y con detalles, sino una visión general, que permite comprender el rol que este grupo de personas se ha jugado en la construcción de la sociedad; se muestra, en fin, cómo ellos recorren los caminos del pensamiento de la humanidad, contextualizando en la sociohistoria del país con un solo objetivo: la búsqueda de la “verdad.”

En el cuarto capítulo, el autor explora el futuro inmediato del intelectual, y nos señala algunos elementos que sirven de base para su propuesta, estos son: primero, es ingenuo que el intelectual pretenda ser la conciencia de la humanidad; y en segundo lugar, nadie puede afirmar que posee la verdad, menos aún el intelectual.

En estas condiciones, el panorama actual tiene un fuerte desencanto frente a los compromisos tradicionales que han tenido estos personajes históricos, donde la ciencia, la tecnología, las artes y la literatura buscan líneas de unión que permitan la comprensión del pensamiento de la humanidad y pautas identitarias para las personas que habitan este mundo en la actualidad.

Según se desprende del quinto y último capítulo el futuro no es halagüeño, pues la Universidad se ha dedicado al adiestramiento de profesionales con menos énfasis en la investigación y la extensión; por otro lado los libros sobre el tema poco se leen y los intelectuales siguen siendo vistos como agentes peligrosos para los regímenes totalitarios. Invito a los lectores a que disfruten de esta lectura y que ella sirva como elemento de reflexión sobre el panorama que enfrenta en la actualidad el intelectual.

Acerca del autor del libro

Andrés Botero Bernal es abogado, licenciado en Filosofía y Letras, especialista en docencia universitaria y en estudios acerca de la contextualización psico-social del crimen. Actualmente adelanta estudios de doctorado en historia en la Universidad de Huelva (España) y se desempeña como docente de las facultades de Derecho de la Universidad Pontificia Bolivariana y de la Universidad de San Buenaventura, en Medellín Colombia.

Acerca del reseñador del libro

José Vitalino Echeverri Hernández es un sociólogo y Magíster en Lingüística y actualmente se desempeña como profesor de ciencias sociales y director académico de la Universidad de San Buenaventura, en Medellín Colombia.


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