jueves, 20 de marzo de 2025

Juan Enrique Ramos Salas (Ed.). (2001). Investigaciones Educativas en Sonora. Reseñado por Sylvia Schmelkes

 

Juan Enrique Ramos Salas (Ed.). (2001). Investigaciones Educativas en Sonora, Volumen 3. Hermosillo, Sonora: Red de Investigación Educativa en Sonora, A.C.

Reseñado por Sylvia Schmelkes

11 de diciembre de 2001

Resumén

Este libro permite al lector tener una visión, si bien todavía necesariamente parcial y fragmentaria, pero amplia, de la problemática educativa en el estado de Sonora (Mexico), así como de la diversidad de intereses, enfoques teóricos, aproximaciones metodológicas, de los investigadores educativos de la región.

Hay dos criterios fundamentales para acotar el espectro de intereses de un investigador: el de su campo específico de estudio, y el de su territorio, dentro del que actúa, que conviene conocer y comprender. Ambos obedecen a tendencias opuestas: el primero cierra y pone la lupa; el segundo abre telescópicamente y permite ver el todo.

Tenemos en este libro un ejemplo de este segundo criterio. Todos los trabajos son investigaciones sobre fenómenos educativos, muy diversos, pero todos ellos en Sonora. Todos son realizados por investigadores sonorenses, o que viven y trabajan en Sonora. Para los interesados en educación que viven en este estado, todos los artículos son ilustrativos, importantes. La lectura del libro completo le permite a uno tener una visión, si bien todavía necesariamente parcial y fragmentaria, pero amplia, de la problemática educativa en el estado, así como de la diversidad de intereses, enfoques teóricos, aproximaciones metodológicas, de los investigadores educativos de la región. Un “extranjero” los lee con interés; cuantimás un sonorense.

Además, este libro es ya un tercer volumen. Existen dos anteriores, correspondientes a los dos años previos – 199 y 2000 --. La lectura del conjunto de estas obras sin duda nos ayuda a completar el panorama educativo de Sonora. Además de ello, presenta una visión dinámica de la investigación educativa en la región. Ello permite analizar la evolución de la investigación educativa en el estado, la diversificación de los temas de interés y de los propios investigadores, y al mismo tiempo, la maduración de la comunidad tanto desde el punto de vista de su seriedad y rigor científico, como de su constitución en tanto tal, en la forma de una Asociación Civil: La Red de Investigación Educativa en Sonora.

Este libro contiene 18 investigaciones de 40 autores procedentes de 10 instituciones distintas. Presenta los trabajos en cuatro partes: educación básica (7 investigaciones), educación media superior (3 trabajos), educación superior (6 trabajos) y otros temas (2 trabajos). Como es natural, la temática es variada. En el caso de la educación básica hay trabajos sobre docentes, sobre aprendizaje de los alumnos, sobre la enseñanza y el ejercicio de la autoridad, sobre la integración educativa, y un trabajo histórico sobre las escuelas rudimentarias en Sonora. Los tres trabajos sobre educación media superior – número importante conociendo lo poco estudiado de este nivel educativo – son también diversos: uno sobre formación moral, otro sobre ambiente escolar y delincuencia, y uno más sobre la alimentación de los alumnos. Los trabajos sobre educación superior abordan investigaciones sobre los alumnos (certezas vocacionales, perfiles, motivaciones), sobre el curriculum (su práctica en Derecho, la introducción de la tecnología de la información y la comunicación al mismo), y un estudio experimental de un curso de redacción. Los dos temas de la cuarta parte abordan la práctica profesional y el mercado laboral de los abogados, así como el aprendizaje en la universidad virtual.

Los enfoques metodológicos también son diversos. Hay una presencia muy notable (mucho mayor que a nivel nacional) de investigaciones de corte cuantitativo, que utilizan estadística inferencial para su análisis. En el caso de uno de los artículos, incluso resulta difícil comprender los resultados para quien no domina el método de análisis utilizado – el lenguaje empleado es demasiado técnico --. También hay una tendencia (mayor que a nivel nacional) al diseño de instrumentos estandarizados o al menos validados (en la forma de pruebas y escalas) para la recolección de la información. Se observa quizás – y esto es una hipótesis solamente – un estilo más “norteamericano” de hacer y reportar investigaciones que tiene enormes virtudes (transparencia, rigor, replicabilidad, concisión), aunque sin duda también limitaciones, que “nacional” de investigación educativa, de corte más cualitativo, con mayor énfasis en la descripción abierta que en la cuantificación rigurosa. A pesar de ello también hay estudios de corte cualitativo y algunos que combinan ambos enfoques.

Todos los trabajos – unos de manera mucho más acabada que otros – dan cuenta del estado de la literatura sobre el tema que están investigando – algunos de forma muy completa y rica. Unos más que otros explicitan el marco conceptual que les da sustento y relacionan sus hallazgos con las categorías elegidas. Pero lo que sí es cierto es que en todos los casos hay un interés por ofrecer al lector una visión breve, pero completa, de su proceso investigativo: desde la inquietud inicial hasta los resultados.

En ocasiones me dio la impresión de que el lector interesado requeriría de mayor información sobre el trabajo reportado. El esquema de ponencia para el congreso actúa, en algunos casos, como camisa de fuerza e impide a los autores extenderse en forma suficiente. El lector se plantea a menudo preguntas que le surgen de la lectura y que el texto no alcanza a responder (por ejemplo, sobre las características específicas de las preguntas en un cuestionario, o la naturaleza del corpus que es objeto de análisis, o la razón por la cual el autor adopta una definición del fenómeno y no otra). Por ello me atrevo a sugerir que en futuros volúmenes – que desde luego espero los haya – se permita a los autores salirse de los esquemas rígidos e incluso debatir con trabajos anteriores o simultáneos relacionados con el tema. El libro presenta dos trabajos relacionados (dos aproximaciones al curriculum de Derecho en la Universidad de Sonora) que no establecen diálogo alguno entre sí como el lector lo hubiera esperado. Quizás también en futuros volúmenes habría que solicitar un apoyo mayor de los propios autores en la revisión de sus galeras, pues hay algunos cuadros incompletos, gráficas con información insuficiente. Vale la pena, pues más allá del valor actual de estos trabajos, y de su conjunto, estos libros tienen un indiscutible valor histórico.

Tenemos ante nosotros un excelente conjunto de investigaciones que dan cuenta de una importante conjugación entre los problemas de una realidad regional y las inquietudes de un grupo de investigadores que se va conformando como comunidad y que va acumulando conocimiento regional claramente vinculado al nacional y al internacional. Yo aprendí mucho de la lectura del libro y de cada uno de los trabajos. Recomiendo ampliamente a quienes me escuchan su lectura.

Quisiera terminar con algunas reflexiones acerca del proceso de constitución de comunidad de investigadores en el estado. Señalaba que este libro, junto con los dos anteriores, son indicativos de la evolución tanto de la seriedad de los investigadores como de su constitución como comunidad. En ambos procesos, la constitución de la Red de Investigación Educativa en Sonora, A.C., ha sido sin duda fundamental. Ella ha conformado el espacio de interacción entre investigadores de diferentes instituciones – 10 de ellas en este tercer volumen --. Ha sin duda animado la realización de investigación educativa. Ha abierto el canal para que las investigaciones individuales cumplan su ciclo, sin cuyo último paso, la difusión, no se pueden llamar tales. Pero quizás lo más importante es que la Red ha comenzado a perfilar estándares de calidad de la investigación educativa que comienzan a dejarse notar en el nivel de cada una de las contribuciones a estos libros. En este tercer volumen, las investigaciones se sometieron al juicio de los pares nacionales, pues todas ellas fueron enviadas para ser consideradas para el VI Congreso Nacional de Investigación Educativa, y de 18, 10 fueron aceptadas – cantidad nada despreciable, parecida en proporción al total de ponencias aceptadas sobre el de recibidas). Creo que además la Red se ha constituido en un espacio institucional más – o quizás debiéramos decir suprainstitucional – de realización de investigación. Sin duda reciben ya en cuanto red propuestas parta realizar estudios con participación de sus miembros, y sin duda también se encuentran ya en posibilidades de llevar algunas de éstas a cabo. El papel de la red en la promoción de la investigación educativa en la región noroeste del país, y concretamente en el estado de Sonora, impulsa de esta forma no solamente una capacidad mayor de realizar investigación educativa en el estado, sino la existencia de mejores condiciones y apoyos para la misma: incide sobre la oferta y la demanda de investigación educativa.

Me parece que la red sonorense, por su actual grado de consolidación y por sus evidentes logros en corto tiempo, puede y debe convertirse en testimonio que inspire experiencias similares en otros estados y regiones del país. Existe sin duda una diferencia cualitativa entre realizar investigación en forma aislada o en una comunidad reducida al espacio institucional, y constituir una comunidad educativa como la que aquí se refleja. En el campo de la investigación, así como en la vida en general, la diversidad representa riqueza.

Felicito a los autores por sus contribuciones individuales. Felicito a la red por su papel en la consolidación de esta comunidad diversa y abierta de investigadores. Recomiendo a los que lean el libro que constaten el valor de una comunidad regional, ahora ya consolidada, de investigadores en educación.

Acerca del coordinador del libro

Juan Enrique Ramos Salas es el representante de la Secretaria de Educacion Publica en el estado de Sonora desde 1995, doctorado en Estadísticas por Iowa State University, Ingeniero Mecánico Administrador por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Asesor del Centro de Estudios Educativos en 1975-1976, socio fundador de la Red de Investigacion Educativa en Sonora.

Acerca de la autora de la reseña del libro

Silvia Schmekles es investigadora con licencia del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV. Coordinadora General de Educación Intercultural Bilingüe de la SEP.


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Gustavo E. Fischman
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