Buenfil Burgos,
Rosa
Nidia (coord.) (2000) En los márgenes de la
educación. México a finales del milenio.
México, SADE-Plaza y Valdés, Serie. Cuadernos
DeConstrucción Conceptual en Educación, No.
1.
254 pp.
ISBN:
968-856-849-X
De Alba, Alicia
(coord.) (2000) El fantasma de la teoría.
Articulaciones conceptuales y analíticas para el
estudio
de la educación. México, SADE-Plaza y
Valdés, Serie Cuadernos DeConstrucción
Conceptual
en Educación, No. 2.
192 pp.
ISBN: 968-856-806-6
Gómez
Sollano, Marcela y Bertha Orozco (coords.) (2000)
Pensar lo
educativo.Tejidos conceptuales. México, SADE-
Plaza y
Valdés, Serie Cuadernos DeConstrucción
Conceptual
en Educación, No. 3.
178 pp.
ISBN: 968-856-879-1
Libros
reseñados por la Dra.
Maria Teresa Yuren,
Universidad
Autónoma del Estado de Morelos,
México.
23 de agosto de 2001
LO LIMINAR DE LA
EDUCACION Y ARTICULACIONES CONCEPTUALES PARA SU
ANALISIS
Me da
muchísimo
gusto ver objetivados en estos tres magníficos
volúmenes el esfuerzo de teorización de los
participantes en el Seminario de Análisis del
Discurso
Educativo. Como lo he dicho en otras ocasiones, me
congratulo de
que todavía sea posible un espacio en el que
investigadores rigurosos compartan generosamente sus
hallazgos,
sus formas de problematizar y sus herramientas de
análisis. Con esto muestran en los hechos que
realmente
poseen y aplican las herramientas para deconstruir y
resignificar
un discurso que a muchos otros les hace caer en el
inmovilismo,
el individualismo y el catastrofismo. Por esto y por la
calidad
de los escritos que están contenidos en estos libros
-excluyo el mío de esta calificación- les
felicito
muy cordialmente.
Me fue realmente
difícil elegir el hilo para hacer esta
presentación. En lugar de hablar de cada uno de los
libros
de manera secuencial, he preferido ir y venir de uno a otro
dejándome llevar por las preocupaciones de cada uno
de los
autores, a quienes llamamos afectuosamente “los
fantasmas” por aquello de atreverse a hacer cosas que
asustan terriblemente a otros, en especial, por mantener
contra
viento y marea un seminario de investigación al que
concurren académicos de diversas instituciones, y por
hacer lo que Hegel llamó el esfuerzo del
concepto.
La
preocupación
que se pone de manifiesto en los trabajos de Josefina
Granja es la de los instrumentos de construcción
de
teoría en una sociedad compleja, diferenciada y
heterárquica. La teoría, dice, más que
desembocar en descripciones, diagnósticos y
propuestas,
conduce a problematizar los principios mismos en los que
sustenta
sus propias descripciones. Granja nos invita a revisar y
repensar
diversos caminos para teorizar: la ontología
crítica de nosostros mismos o analítica
arqueológica (Foucault), la reflexividad
epistemológica (Bourdieu), la observación de
segundo orden (Luhmann) y la deconstrucción de las
significaciones (Derrida). Lo que se requiere –dice-
es
aprehender las lógicas de intelección de la
investigación educativa y habilitarlas como
herramientas
para nuevos desarrollos, teniendo en cuenta que podemos
tejer un
entramado para el análisis conceptual que se ocupa de
rastrear trayectorias y configuraciones emergentes, y para
el
análisis político que pone énfasis en
las
rupturas y el momento de dislocación.
Rosa Nidia
Buenfil , la fantasma
principal y encaminadora de almas que conduce a este grupo
hacia
el calvario del espíritu que es el trabajo
conceptual, se
centra en el análisis de la posmodernidad y la
globalización y nos convoca a dejar de ver un
vínculo necesario entre utopía y
universalidad.
Para ello - nos dice- podemos pensar lo universal no como a
priori o derivación esencial y absoluta sino como
particular que en un momento dado hegemoniza un campo por su
capacidad persuasiva e interpelatoria. Podemos, entonces,
pensar
en utopías plurales, diferenciadas,
heterogéneas,
expansivas, si consideramos a la globalización en
condiciones postmodernas. Si la vemos como posibilidad de
circulación entre lo diferente, la resignificamos.
Podemos, entonces, asociar globalización con contacto
entre lo heterogéneo y buscar conexiones posibles
entre
políticas educativas globales y prácticas
locales.
Edgar
González
Gaudiano emplea el término glocalizar para describir
una
dimensión integrada de lo global y lo local
afectándose recíprocamente. No basta
–insiste- pensar globalmente y actuar localmente como
dicen
los ecologistas alemanes, hay también que pensar
localmente y actuar globalmente. Esto es especialmente
importante
en la perspectiva del desarrollo sustentable que implica no
sólo la protección al ambiente sino
también
la distribución equitativa de la riqueza e
intercambio
tecnológico y científico. Por desgracia, este
enfoque no está suficientemente desarrollado en el
ámbito educativo- salvo en algunas especialidades y
centros creados ex-profeso y, consecuentemente, tampoco se
educa
para el llamado consumo sustentable, pues ello implica
navegar a
contracorriente de los intereses corporativos de las grandes
empresas.
El ensayo de
Adriana
Puiggrós nos hace ver la dificultad de esta tarea
cuando nos muestra cómo el discurso educativo se ha
construido en términos de costo-beneficio al utilizar
indicadores de calidad ajenos a la lógica
educacional.
Siguiendo esta tendencia, el discurso de la calidad ha
legitimado
la aplicación de premios y castigos y la tarea de
disciplinar a la comunidad para que acepte las reformas
educativas. El análisis de Puiggrós
también
nos muestra cómo paradójicamente, la
tendencia
eficientista y de endeudamiento de las sociedades acaba por
desembocar en la reducción del servicio educacional,
sin
siquiera cumplir su meta de eficiencia.
También
preocupado por esa tendencia, José Solano
presenta
un texto en el que analiza el cambio que en América
Latina
ha tenido la noción de educación al pasar de
la
formación discursiva de la educación para el
desarrollo, al modelo de Educación para la
transformación productiva con equidad. En el primer
caso,
nos dice, bastaba la mano de obra calificada, en el segundo
se da
un replanteamiento de la idea de capacitación y
formación que pone a la educación y el
conocimiento, junto con la tecnología, como factores
determinantes de la productividad.
El tema de las
nuevas
tecnologías está presente en dos ensayos de
José Carbajal Romero. En la utilización
de
éstas –dice- hay una especie de olvido del
límite. Sin embargo, su configuración no
cuenta con
un centro fijo ni un emisor privilegiado es una
configuración incompleta. Esto favorece la
insurgencia de
propuestas que habían encontrado resistencia o
negación en otros espacios. Desde esta perspectiva,
podemos superar la mirada instrumental y la mirada
apocalíptica de la mundialización de la
tecnología a fin de producir prácticas que
favorezcan usos creativos, abiertos y formativos.
Esto resulta
sumamente
viable en relación con la internet, que es una buena
posibilidad de trabajo educativo siempre que se vea con una
mirada desfundamentalizada y deconstructora que entre lo
blanco y
lo negro permita ver grises.
Una buena
utilización de las nuevas tecnologías favorece
el
contacto cultural que, a juicio de Alicia de Alba,
consiste en el intercambio de bienes culturales y la
interrelación entre grupos, sectores e individuos de
distintas culturas y con diferentes códigos
semióticos y manejo y uso de signos. El contacto
cultural
–hay que admitirlo- es conflictivo y desigual, pero
tenemos
que aprender los juegos de lenguaje del contacto cultural y
construirnos como jugadores en esta arena, relacionando los
planos culturales global, regional y local. Para jugar ese
juego
la persona ha de constituirse como sujeto político y
como
sujeto educativo en dos ámbitos discursivos cuya
lógica es diferente: disyuntiva, en un caso
(así,
decimos: nosotros o ellos) y conjuntiva en el otro (y
decimos:
nosotros y ellos).
Pero la
conjunción no es tersa Alexis López nos
recuerda que los proyectos educativos son superficies sobre
las
que se inscriben tensiones entre lo universal y lo
particular,
entre inclusión y extensión. Por ello, en su
trabajo pone bajo sospecha dos proyectos educativos y busca
huellas de las dinámicas de poder entre culturas,
teniendo
como referentes antagonismos y como
hegemonizaciones.
Marco A.
Jiménez, por
su
parte, analiza el espacio escolar como dispositivo en el que
se
juega el saber, el poder y la subjetivación. Su
mirada
arqueológica le lleva a concluir que aunque se diga
que la
escuela y el aula modernas pretenden mejorar la inteligencia
del
niño y aumentar su felicidad, el niño
desaparece
como en cato de magia, perdido en la niebla densa de
expedientes,
listas, reglamentos y prescripciones. Un examen de la
escuela
moderna, le permite caracterizar a la escuela como archivo,
es
decir como el lugar en el que es legítimo: imprimir,
consignar, registrar, mantener la memoria de los fundamentos
morales, de control y disciplinarios que garantizan un orden
simbólico.
El campo discursivo
de
la educación controladora queda subvertido por la
forma en
que la participación es resignificada en las
experiencias
de educación de adultos que analiza Mercedes
Ruiz.
En ellas, la participación es significada como
desarrollo, corresponsabilidad, movilización,
democracia,
acción voluntaria, solidaridad y acciones efectivas;
en
ellas, la sociedad civil emerge como sujeto educador, y la
educación se realiza práctica
hegemónica que
se entreteje con el proyecto social y con lo
popular-colectivo.
El espacio
educativo
(que define posiciones entre agentes y grupos) y el
archipiélago educativo son nociones que nos permiten
pensar una configuración discursiva en la que lo
plural se
articula en función de un referencial ético
(normas
y valores) que vincula al individuo con el colectivo, que
moviliza a los agentes y facilita el tránsito de lo
cotidiano al proyecto social.
El muy interesante
texto
de Stuart Hall traducido por Alexis López,
plantea
la necesidad de seguir pensando la identidad pero
deconstructivamente, como un acto de poder, como punto de
encuentro (o de sutura) entre, por un lado, los discursos y
las
prácticas que interpelan, que nos hablan o ubican
como
sujetos sociales y por otro lado, los procesos que producen
subjetividades, como sujetos a los que se les puede
hablar.
Es de esta manera
que
Silvia Fuentes estudia los procesos de
constitución
de identidades considerando tres dimensiones
analíticas:
social, política y psíquica. Apoya la tesis de
que
el proceso identificatorio de los sujetos y su
constitución como tales, supone la posibilidad de que
el
discurso que interpela pueda operar en el individuo. Esto
conlleva que toda institución en tanto que red
simbólica involucra un componente imaginario, mismo
que la
dota de una determinada direccionalidad que orienta y da
coherencia a las significaciones que ella supone.
Desde esta
perspectiva,
un determinado proyecto político-académico
puede
instituirse como red imaginaria que atraviesa la existencia
de
los sujetos y tener una efectividad
interpelatoria.
También
Hortensia Hickman se ocupa de la identidad
profesional,
haciendo un análisis de la forma en la que se juegan
los
antagonismos y la hegemonía en la construcción
identitaria. Señala el carácter contingente y
no
pleno de toda identidad, y la manera en la que el lazo
equivalencial entre la variedad de movimientos y el
antagonismo
dirigido a un punto común favorecen la
construcción
de la identidad.
Para analizar la
identidad profesional, ella encuentra indispensable
entrecruzar
la dimensión diacrónica de la historia de la
disciplina con la dimensión sincrónica de los
agentes sociales que conforman la institución. El
complejo
generacional, dota de sentido a estas dos
dimensiones.
En el proceso de
identidad, dijimos antes, también incluye el proceso
de
producción de la subjetividad que se denomina
formación. A este aluden los trabajos de Marcela
Gómez. La formación, nos dice, es la
posibilidad del sujeto concreto de hacer de lo
insólito,
de lo contingente, de lo procesual parte de su mundo de
vida y
de la experiencia histórica. Ello implica algo
más
que conocimiento y experiencia acumulados; implica abrirse a
lo
inédito mediante un determinado modo de negar lo
establecido, negación constituida por el
límite,
por lo indeterminado de la realidad.
Desde esta
perspectiva,
la transformación de la cultura escolar heredada
–solidificante, homogeneizante, universalizante, y
cada vez
más informatizante- tiene como condición de
posibilidad la articulación del discurso
epistemológico y el discurso pedagógico; lo
cual se
traduce en la necesidad de pensar de otra manera el discurso
educativo y de reformular la educación
asumiéndola
como concreción del espacio formativo.
Bertha
Orozco problematiza
en
sus trabajos diversos aspectos de la formación en el
ámbito universitario. En primer lugar, ve la
necesidad de
enseñar a investigar mediante talleres en los que se
haga
un uso crítico de la teoría y el ejercicio del
análisis político del discurso, en fin, corte
y
articulación conceptual y construcción de
niveles
de significación. En segundo lugar, se plantea la
relación y el impacto de las nuevas
tecnologías en
el currículum. Al respecto, nos convoca a asumir la
realidad de las nuevas tecnologías como elemento o
significante que se incorpora a lo educativo y que configura
nuevas modalidades de diseño y estructuración
curriculares pues, en última instancia, el ciber
espacio
puede ser asaltado para ser usado como un nuevo espacio
democrático de interacción cultural, social y
política. También el currículum
flexible
tendría que ser analizado desde una perspectiva que
permita recontextualizarlo sin constreñirlo
unidimensionalmente a lo económico y dándole
un
sentido distinto al concebirlo con relación a la
dignidad
humana.
Como podrán
apreciar los lectores, el traspasar las barreras de lo
fantasmal
significa moverse en los márgenes, en las marcas,
armar y
develas tejidos conceptuales, revisar articulaciones y
deconstruirlas. Las herramientas analíticas y los
elementos conceptuales son distintas en cada uno de los
autores
pero tienen un rasgo común: la no
reconciliación
con el presente y la decisión de convertir esa
actitud en
una toma de posición teórica que sin
detrimento del
rigor y del filo crítico, permita tocar la
utopía,
alimentar la esperanza y orientar la
acción.
Acerca de la
autora de la reseña
Dra. Maria Teresa Yuren
Universidad
Autónoma del Estado de Morelos,
México.
Areas de
interes:
Educación valoral, filosofía de la
educación, ética.
Reseñas Educativas/ Resenhas Educativas publica reseñas
de libros sobre educación de publicación reciente, cubriendo
tanto trabajos académicos como practicas educativas.
Todas las informaciones son evaluadas por los editores:
Editor para Español y Portugués
Gustavo E. Fischman
Arizona State University
Editor General (inglés)
Gene V Glass
Arizona State University
Reseñas Educativas es firmante de la Budapest Open Access Initiative.
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