Tiramonti, G., & Filmus, D. (2001). Sindicalismo
docente y reforma en América Latina. Buenos Aires,
Argentina: Temas Grupo Editorial.
Pp. 146
ISBN 987-9164-57-1
Reseña por Sarah A. Robert
Universidad de Wisconsin-Madison
30 de julio de 2004
Introducción
La importancia del libro para investigadores de
educación
Las reformas educativas actuales han cambiado la naturaleza de
la relación entre Estado y educación, aunque los
análisis actuales de esta relación muchas veces no
toman en cuenta el importante papel que juegan los sindicatos
docentes en estos procesos de cambio. Este libro promueve un
entendimiento de la relación Estado-educación
enfocándose en este “objeto de análisis”
frecuentemente ignorado. El resultado es una riqueza de
información empírica sobre los sindicatos docentes.
Repaso
Comenzando en la década de los 90, la
reestructuración económica y educativa comenzó a
afectar la concertación entre los sindicatos docentes de
América Latina y el Estado. Los editores de Sindicalismo
docente y reforma en América Latina (2001) sugieren que
para mejorar y seguir desarrollando no sólo los sistemas
educativos latinoamericanos, sino también las sociedades
democráticas de América Latina, se debe reconstruir y
renegociar un consenso. Los cuatro proyectos de
investigación sueltamente relacionados incluidos en esta
recopilación proveen un análisis profundo sobre los
sindicatos docentes para que se puedan reconstruir lazos de
cooperación entre el Estado y los sindicatos.
Existe un sinfín de posibles objetivos que
pueden ser encarados dentro de un libro titulado Sindicalismo
docente y reforma en América Latina. Afortunadamente
los editores ofrecen dos objetivos generales en su breve
introducción. Primero, la recopilación expande el
entendimiento de los sindicatos docentes de la región. Tres
de los cuatro capítulos (Murillo, de Ibarrola y Loyo, y
Tiramonti) expandieron el conocimiento de esta organización
colectiva dentro del contexto latinoamericano, con un enfoque en
investigaciones recientes sobre los sindicatos, las estructuras
organizacionales de los sindicatos y la lógica detrás
de las respuestas sindicales a las reformas educativas de la
década del 90, respectivamente.
En segundo lugar, la recopilación ofrece una
reflexión de las relaciones entre la concertación y las
necesidades políticas y educativas de los países
latinoamericanos. Los capítulos de Filmus, Murillo, y
Tiramonti abarcan este objetivo. El desarrollo metodológico
que utiliza Filmus para los conceptos de “concertación
educativa” y “gobernabilidad democrática”
proveen un marco conceptual para los otros dos
capítulos.
Estructura de la reseña
Esta reseña provee un repaso breve sobre los cuatro
capítulos en el orden en que aparecen en el libro (Filmus;
Murillo; de Ibarrola y Loyo; y Tiramonti). Dentro del resumen de
cada capítulo incluyo una breve reflexión
crítica. Concluyo esta reseña con una evaluación
de si los autores cumplieron con los objetivos mencionados en su
introducción.
Gobernabilidad democrática a través de la
concertación educativa
La primera sección del libro se titula
“Concertación y gobernabilidad democrática en
América Latina”. El objetivo de Daniel Filmus es
analizar la relación entre la educación y la
gobernabilidad democrática (15). El capítulo mantiene
un nivel de teoría hasta la última página, donde
ofrece ocho sugerencias de políticas educativas para
desarrollar y mantener la gobernabilidad democrática en
países latinoamericanos.
Filmus comienza adelantando varias definiciones de
gobernabilidad, específicamente ingobernabilidad,
gobernabilidad conservadora, y una alternativa a la
gobernabilidad conservadora: la gobernabilidad democrática.
Define la gobernabilidad democrática -que sugiere debe ser
el objetivo de los Estados latinoamericanos- como mucho más
que la habilidad del gobierno de ser obedecido por sus propios
atributos, como la transparencia, la eficiencia, y la
responsabilidad (Rojas Bolaños 1995; en Filmus 2001, 17).
La gobernabilidad democrática además requiere que los
actores políticos conozcan y lleguen a un acuerdo sobre las
reglas del ‘juego político, “sin crear una
amenaza constante de ruptura [del proceso político] que
implanta incertidumbre en [una] sociedad (17).” Es
esencial reconocer esta segunda faceta de la gobernabilidad
democrática para comprender qué significa consenso.
Dicho simplemente, el acuerdo entre el Estado y la sociedad civil
es que juntos construyen el orden socio-político.
Una vez que Filmus establece su definición de
gobernabilidad democrática, pasa a definir la
contribución que la educación puede (y logra) hacer
para desarrollar dicho acuerdo. La segunda sección de su
capítulo comienza con una discusión teórica sobre
la educación como una institución que funciona tanto
para reproducir como para producir la sociedad. La
educación, afirma Filmus, no solo cumple una función
reproductiva. También puede (y logra) ofrecer una
oportunidad para que los individuos produzcan sus propias
relaciones con el Estado en su condición de
ciudadanos-trabajadores. En otras palabras, la educación
crea condiciones a través de las cuales los futuros
ciudadanos pueden aspirar a una “ciudadanía
integral” a través de un rol más activo en la
política y la sociedad, y ser integrados en la
economía.
Filmus está interesado en la creación de
un acuerdo educativo entre el Estado, los maestros, los padres, y
los estudiantes, que esté enfocado en producir una
gobernabilidad democrática dentro de instituciones
educativas. Las condiciones actuales de crisis exigen la
formación de tal concertación. No ofrece un modelo
‘correcto’ para tal consenso. Sin embargo, sugiere
que existen ejemplos exitosos en Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, República Dominicana, Ecuador, México, y
Nicaragua. Asevera la importancia de la investigación y la
evaluación educativa para crear tales acuerdos, a
través de los cuáles los investigadores pueden examinar
sistemática y comparativamente los distintos casos de
consensos exitosos. Luego pueden contribuir a desarrollar y
fortalecer procesos que lleven a la construcción de una
gobernabilidad democrática dentro de los sistemas educativos
y sociedades latinoamericanos.
Aunque este capítulo se presenta como un
desafío para leer y descifrar (particularmente porque no se
presentaron suficientes ejemplos concretos conectados a las
teorías y conceptos que con tanto cuidado desarrolla),
Filmus señala la necesidad y la importancia de incluir a los
sindicatos docentes en el proceso de reforma educativa, si el
objetivo central es construir en América Latina sociedades
democráticas fuertes. Este es el punto fuerte del libro, y
Filmus ha establecido un precedente importante para
investigaciones futuras.
Comprendiendo la relación entre reforma y los sindicatos
docentes
El segundo capítulo, “Sindicalismo
docente en América Latina: Aproximaciones al Estado del
arte”, es una reseña de la literatura diseñada
para contribuir al entendimiento de los sindicatos docentes de la
región . La autora, Maria Victoria Murillo, sugiere que
para construir un consenso es fundamental unir las
investigaciones sobre los sindicatos docentes de la región.
Utilizando setenta y cinco proyectos de investigación
llevados a cabo en las décadas de los 80 y 90, Murillo
sistemáticamente analiza las acciones y las posiciones de
los sindicatos con relación a los esfuerzos de reforma
educativa.
El artículo está dividido en varias
partes, comenzando con la introducción. Luego, Murillo
describe su metodología y las investigaciones que analiza,
examinando en detalle cómo organizó la
investigación en una tipología. Una infografía
muy útil de la tipología acompaña su
análisis. Luego articula las contribuciones y limitaciones
de la literatura actual, y concluye sugiriendo futuras corrientes
de investigación “para promulgar el conocimiento
sistemático de este tema (38)”.
Los hallazgos principales de este capítulo
están presentados en dos niveles: 1) las limitaciones de la
literatura; y 2) el rol de la identidad política de los
sindicatos en procesos de reforma. En el primer nivel, Murillo
resume siete limitaciones que encontró dentro del cuerpo de
literatura analizada. Primero, sugiere que sus hallazgos
revelaron agujeros identificados en un estudio similar llevado a
cabo en 1990 (Núñez 1990; en Murillo 2001, 36), que no
han sido rellenados. Segundo, Murillo descubre que pocas de las
naciones representadas en el estudio fueron investigadas con
detalle, como es el caso mexicano. Se requieren estudios de
otras naciones para proveer un entendimiento más completo de
las relaciones Estado-educación y las alianzas halladas a
través de América Latina. Tercero, encuentra que hay
pocos estudios comparativos de la relación sindicato-Estado
en contextos de reforma. Sugiere más colaboración
entre investigadores de distintas disciplinas, distintas naciones
y distintas regiones dentro de la misma nación para llenar
los agujeros. Cuarto, encuentra que las investigaciones tienden
a enfocarse en los conflictos, no en la vida cotidiana de los
maestros “que afecta la implementación de la
reforma” (58). Otra limitación relacionada a este
último punto es que la investigación no se enfoca en la
apatía de los maestros (Murillo 2001, 58). En cambio,
encuentra que los investigadores tienden a enfocarse en los
maestros involucrados activamente en los sindicatos, lo cual
sugiere puede generalizar las posturas de los maestros con
relación a las reformas. La sexta limitación de
Murillo es una autocrítica. Sugiere que su búsqueda de
literatura, aunque completa, se limitó a fuentes dentro de
una organización en cada nación. ¿Qué
investigación no estuvo incluida en su muestra?,
¿cómo pudo haber modificado sus hallazgos? Aunque
Murillo no provee sugerencias, abre la posibilidad de que
más investigaciones se están llevando a cabo sobre este
tema y que es necesario mejorar las redes de investigadores a
través de la región. Sobre la base de un cuestionario
pidiendo a directores de instituciones de investigación
sobre América Latina que critiquen sus hallazgos, su
hallazgo final es que estaban de acuerdo con sus resultados. En
particular, expresaron su preocupación por la falta de
investigación sistemática sobre el tema y la escasez de
análisis que no sean sólo nacional y
organizacional.
En el segundo nivel de análisis, Murillo
halla que la relación histórica entre el Estado y los
sindicatos docentes se ve afectada por la identidad política
en el momento que los procesos de reforma son iniciados. La
investigación que Murillo analiza sugiere que la identidad
política es un factor importante para determinar la
definición de las reformas de políticas. En otras
palabras, la identidad política de cada institución
establece la producción de reformas educativas. Este
hallazgo se reflejó en investigaciones a través de la
región. Desgraciadamente, la literatura no analiza el
proceso de reforma más allá de la primera etapa de la
creación de políticas.
Aunque las investigaciones revisadas ofrecen un
entendimiento de cómo se estableció (o no se
estableció) un consenso en esta primera etapa de
creación de políticas, poco se sabe sobre las
“condiciones que influyen el momento de implementación
de las reformas” (62). Murillo concluye, nuevamente, que
para “facilitar la definición de políticas
educativas que considere...las condiciones de empleo [y] de
enseñanza y ... cree incentivos para la implementación
efectiva” de dichos esfuerzos se necesita más
análisis comparativos y sistemáticos de las condiciones
de trabajo de los maestros durante el proceso de reforma
(64).
Me pareció que la descripción detallada de Murillo
de su metodología es tan valiosa como el análisis de
los artículos en sí. Al esbozar el proceso a
través del cual adquirió las investigaciones y el
repaso del cuerpo de las investigaciones obtenidas, provee un
camino claro para que los investigadores de temas de
educación que estén interesados puedan tomar y
expandir. Además, sus sugerencias para futuras líneas
de investigación reflejan la necesidad de seguir indagando
sobre los sindicatos docentes de América Latina y provee una
posible agenda de investigación. Sus sugerencias sirven
como conclusión de su trabajo, pero también marcan un
importante punto de comienzo para mejorar la calidad y
profundidad de la investigación sobre este tema.
Dentro de los sindicatos docentes de América Latina
El tercer capítulo de Ibarrola y Loyo,
“”Estructura del sindicalismo docente en América
Latina”, examina las características organizacionales
de los sindicatos docentes más importantes en nueve
naciones: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Guatemala, República Dominicana, México, y Venezuela.
El informe llena uno de los “agujeros” de Murillo, al
examinar sistemáticamente las estructuras de los sindicatos
de la región. Según de Ibarrola y Loyo, su
emprendimiento descriptivo es importante para universidades,
ministerios, y organizaciones internacionales interesadas en
descifrar la lógica detrás de las respuestas de los
sindicatos a las reformas.
El artículo está dividido en tres
secciones: una introducción que define y arguye por un
enfoque en los sindicatos como organizaciones; una larga
descripción de los diez elementos estructurales
identificados en los nueve sindicatos docentes usando ejemplos
concretos de los datos recopilados de los sindicatos; y una
conclusión que identifica un perfil general de los
sindicatos docentes en base al análisis anterior y provee
temas relevantes para futuras investigaciones. Los autores
presentan temas para futuras investigaciones desde una
perspectiva organizacional y sugieren tipologías adicionales
de los sindicatos para tales investigaciones. Además,
sugieren que esta investigación debe revisar los recursos
organizacionales de los sindicatos para entender en qué
condiciones se forma la relación entres sindicatos y
reformas.
Un hallazgo principal del artículo es que cuando los
principales sindicatos docentes de América Latina son
analizados sistemáticamente desde una perspectiva
organizacional, existe una homogeneidad a pesar de que se asume
heterogeneidad por el contexto nacional. Los autores sugieren
que futuras investigaciones de los sindicatos como organizaciones
generarían valiosa información para Estados (e
investigadores de educación y aquellos encargados de
elaborar políticas) interesados en mejorar los procesos de
reformas educativas. Los autores notan que la educación
pública sufre cuando los Estados no consideran a los
sindicatos en procesos de reformas. Las investigaciones que
sugieren, entonces, ayudarían a los Estados a entender y
valorar lo importante que es tener sindicatos fuertes para
establecer acuerdos con los maestros y viceversa; los autores
sugieren que los sindicatos deben reconocer el efecto de sus
acciones políticas en las escuelas públicas.
Desde el comienzo del capítulo los autores
aclaran cuál es el objetivo – analizar datos de
sindicatos de nueve países latinoamericanos para identificar
elementos organizacionales comunes. De Ibarrola y Loyo
efectivamente delinean las estructuras organizacionales de los
sindicatos docentes de América Latina, y a la vez tratan de
llenar uno de los agujeros identificados por Murillo en la
investigación de sindicatos docentes. Su análisis
muestra que los sindicatos docentes son organizaciones complejas
dedicadas a mejorar la educación pública. Su extenso
análisis descriptivo ayuda a elaborar sugerencias claras
para investigaciones futuras en el campo de educación. No
me quedó claro si los autores tenían una tesis u
objetivo particular para sus análisis. Una tesis posible
que identifiqué que pudo haber sido aclarada mejor es que la
respuesta de los sindicatos a las reformas está relacionada
a las estructuras organizacionales y a los recursos de los
sindicatos. El artículo parece ser un primer paso
importante y necesario para apoyar esta tesis, ya que las
calidades organizacionales identificadas y representadas
meticulosamente pueden ser usadas para determinar los elementos
de las estructuras organizacionales y recursos que afectan las
respuestas de los sindicatos a las reformas educacionales. Sin
embargo, el análisis provisto aquí no establece las
condiciones suficientes entre estos elementos y los procesos de
reforma en sí. La lógica de las acciones de los
sindicatos en torno a las reformas no es tratada con suficiente
detalle. Los autores tampoco tratan con detenimiento las maneras
en que la estructura organizacional crea (o no crea) condiciones
para el consenso. Si en efecto esta era la tesis, el
artículo llega a un final precoz.
Sindicatos docentes y reforma educativa en la década
del 90
El cuarto y último capítulo escrito por
Guillermina Tiramonti, “Sindicalismo docente y reforma
educativa en América Latina de los ‘90”, explora
las relaciones entre los sindicatos docentes y los distintos
Estados latinoamericanos en el contexto de reforma educativa
nacional. Las diez naciones examinadas son: Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, Costa Rica , El Salvador, Guatemala,
México, República Dominicana, y Venezuela. Esto se
logra “reconstruyendo el campo de interacción de los
actores” determinando las condiciones que forman las
estrategias utilizadas por los sindicatos docentes dentro de cada
ámbito.
El capítulo comienza con un repaso
histórico de la formación de sindicatos docentes.
Tiramonti incluye un útil gráfico que documenta los
distintos sindicatos fundados desde fines del siglo diecinueve en
cada nación. Esta sección informa al lector de los
acontecimientos históricos de varios sindicatos, pero
también vincula la aparición de los sindicatos docentes
con la identidad del maestro. La identidad nacional del maestro
se convierte en el punto desde el cual los sindicatos se
organizan y se tornan activos políticamente. Para entender
la respuesta de los sindicatos docentes a las reformas del
Estado, los investigadores de educación y elaboradores de
políticas deben considerar y entender la conexión entre
el activismo sindical y la identidad nacional del maestro. La
autora también detalla el desarrollo histórico de la
identidad política de los sindicatos. A veces esta
identidad política es explícita, dados los lazos
formales entre los sindicatos y los partidos políticos,
mientras que en otras ocasiones los lazos políticos no
están claramente demarcados. Dentro de este contexto
histórico, la evolución de la asistencia escolar y los
salarios docentes está detallada en el texto que
acompaña los gráficos.
La segunda sección del capítulo trata la
reforma educativa dentro de un contexto más amplio de la
“reestructuración del orden social” llevado a
cabo por las naciones latinoamericanas durante la década del
90 (129). Dentro del contexto de reestructuraciones más
amplias, la autora resalta cinco elementos de cambio que afectan
y forman las repuestas de los sindicatos docentes a las reformas
del Estado. Lo más importante del enfoque del artículo
es cómo ha cambiado la identidad y la educación de los
maestros. La enseñanza deja de ser una profesión de
clase media que se nutre de la clase media de la región,
sino que cada vez más se nutre de clases sociales más
bajas que han recibido su educación de escuelas
públicas menos prestigiosas. Según la autora, este
cambio ha creado contradicciones para sindicatos docentes que
deben navegar dentro de un nuevo campo de interacción para
un grupo diverso de maestros.
La tercera sección del capítulo trata
del problema principal que afecta la relación
sindicato-Estado, que es la falta de espacio que tienen los
sindicatos docentes en el modelo organizacional de educación
propuesto (136). Tiramonti identifica y discute cuatro
desacuerdos diferentes, que surgen de la falta de
participación sindical en el proceso de reformas y
reestructuración. Una breve cuarta sección discute
estrategias sindicales empleadas como respuesta a las reformas
educacionales, y la última sección presenta un listado
de ocho posibles alternativas organizacionales para los
sindicatos. Tiramonti sugiere que dentro de cada alternativa
para los sindicatos existe la posibilidad de mejorar la
cooperación con el Estado.
El argumento de Tiramonti no me pareció claro
mientras leía este capítulo. Lo que sí esta claro
es que provee una justificación histórica para las
interacciones actuales del sindicato docente con el Estado,
llevando al lector a través de la aparición de los
sindicatos docentes, la identidad nacional del maestro, las
reformas actuales, y las respuestas y los desacuerdos de los
sindicatos hacia las reformas. Sin embargo, sobre la base de sus
conclusiones, sospecho que su argumento es que los sindicatos
docentes deben cambiar su aproximación a la interacción
política con el Estado.
Conclusión
El libro cumple con el primero de los objetivos
delineados para el lector en la introducción. Como
demuestra esta reseña, tres de las cuatro investigaciones
contribuyen a un entendimiento más profundo de los
sindicatos docentes de la región. Murillo provee un repaso
de la literatura actual sobre esta institución tan
particular. De Ibarrola y Loyo introducen al lector a las
estructuras organizacionales de los sindicatos. Finalmente,
Tiramonti provee una perspectiva histórica sobre el
desarrollo del activismo sindical y las interacciones de los
sindicatos con los Estados en América Latina. Es menos
claro si la recopilación provee una reflexión sobre
“la importancia de la concertación con relación a
las exigencias políticas y educativas de nuestros
países (13)”. Yo sugiero que un segundo objetivo que
el libro sí cumple, es proveer una reflexión sobre
métodos alternativos para que los sindicatos docentes
mejoren el consenso entre el Estado y los sindicatos
docentes.
Los elaboradores de políticas e
investigadores muchas veces pasan por alto a los sindicatos,
aunque juegan un rol (para bien o para mal) en los procesos
educativos de América Latina. Este libro contribuye a la
literatura educativa y a los procesos de elaboración de
políticas por la vasta cantidad de datos empíricos que
ofrece sobre los sindicatos docentes de la región. Sin
embargo, yo cuestiono la falta de críticas al propio proceso
de elaboración de políticas y a la lógica de las
reformas de Estado que los investigadores sitúan en el
centro del quiebre del acuerdo entre Estados y los sindicatos
docentes. La creación de nuevos e innovadores acuerdos
entre los sindicatos docentes y los Estados es fundamental para
mejorar la educación y el desarrollo político y
económico de las naciones latinoamericanas. Para analizar
la naturaleza cambiante de la relación
Estado-educación, creo que se necesita además
conocimiento de la lógica de las acciones del Estado, los
intentos de reforma, y la estructura institucional cambiante del
Estado en conjunto con un conocimiento más profundo sobre
los sindicatos. Sin este conocimiento adicional, la
responsabilidad de redesarrollar el consenso yace con los
sindicatos docentes. Como sugiere Filmus al comienzo del libro,
la gobernabilidad democrática debe ser el objetivo de las
naciones latinoamericanas. Esto, según su argumento, va a
requerir que los Estados y los sindicatos docentes consideren
estrategias políticas alternativas.
Como última nota, la investigación
cualitativa de los sindicatos docentes (miembros y empleados) y
el conocimiento de las reformas por parte de los sindicatos
docentes van a proveer una mirada muy valiosa de los procesos de
reforma educativa. Este libro, si se usa en conjunto al estudio
de las prácticas de los maestros en contextos de reforma,
proveería un marco teórico muy poderoso para
reconstruir los lazos de cooperación desde la perspectiva de
los actores responsables de transformar los sistemas educativos
latinoamericanos en el día a día.
Bibliografia
de Ibarrola, M., & Loyo, A. (2001). Estructura del
sindicalismo docente en América Latina. In G. Tiramonti
& D. Filmus (Eds.), Sindicalismo docente y reforma en
América Latina (pp. 71-110). Buenos Aires: TEMAS Grupo
Editorial.
Filmus, D. (2001). Concertación educativa y
gobernabilidad democrática en America Latina. In G.
Tiramonti & D. Filmus (Eds.), Sindicalismo docente y
reforma en América Latina (pp. 15-34). Buenos Aires:
TEMAS Grupo Editorial.
Murillo, M. V. (2001). Sindicalismo en América Latina:
Aproximaciones al estado del arte (Unionism in Latin America: A
literature review). In G. Tiramonti & D. Filmus (Eds.),
Sindicalismo Docente y Reforma en América Latina (pp.
35-70). Buenos Aires: TEMAS Grupo Editorial.
Tiramonti, G. (2001). Sindicalismo docente y reforma educativa
en la América Latina de los '90. In G. Tiramonti & D.
Filmus (Eds.), Sindicalismo docente y reforma educativa en la
América Latina (pp. 111-146). Buenos Aires: TEMAS Grupo
Editorial.
Tiramonti, G., & Filmus, D. (2001). Sindicalismo
docente y reforma en América Latina (1 ed.). Buenos
Aires, Argentina: Temas Grupo Editorial.
Sobre los editores
Guillermina Tiramonti es directora de FLACSO en Buenos
Aires y profesora de política educativa en la Universidad
Nacional de La Plata. También es editora del periódico
educacional, Propuesta Educativa
Daniel Filmus es, desde el 2003, ministro de
Educación de Argentina. Previo a asumir el cargo nacional,
era el secretario de Educación de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sobre los autores
María Victoria Murillo es profesora asociada del
Departamento de Ciencias Políticas y de la Facultad de
Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de
Columbia en Nueva York.
María de Ibarrola estaba afiliada al Departamento
de Investigaciones Educativas, Centro de Investigación y de
Estudios Avanzados del IPM en México, cuando se publicó
este libro.
AuroroLoyoestaba afiliado al Instituto de
Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma
de México cuando se publicó este libro.
Sobre la autora de la reseña
Sarah A. Robert es candidata a un doctorado en
el Departamento de Estudios de Políticas Educativas de la
Facultad de Educación de la Universidad de Wisconsin,
Madison, en Estados Unidos. Su investigación de doctorado
examina la relación cambiante entre
Estado-educación-sociedad en Buenos Aires, Argentina, desde
la perspectiva de maestros secundarios en escuelas
públicas.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario