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Pini, Mónica. (2003). Escuelas Charter y Empresas: Un
Discurso que Vende. Buenos Aires: Miño y
Dávila-Laboratorio de Políticas Públicas-UNSAM
200 pps.
ISBN 84-95294-43-5
Reseñado por Rafael Díaz Borbón
Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
Bogotá
11 de Abril de 2004
(Nota del Editor: Este trabajo ha recibido el Premio al Mejor
Libro de Educación de 2003, la más importante
distinción a un trabajo académico argentino concedida
cada año por la Fundación El Libro, de la Argentina.)
Escuelas Y Empresas: Una Alianza
Estratégica?
Durante toda la década del noventa y en el inicio del
tercer milenio, a pesar de los eufemismos de algunos mandatarios,
cronistas y estadígrafos de la doctrina en curso para
presentarlos como exitosos, los balances de los varios procesos
de ajuste de la “modernización” globalizada de
la educación permanecen distantes de la calidad y equidad
auguradas, al menos en términos de una mayor y mejor
formación integral.
Los resultados de las pruebas de competencias y
estándares educativos indican que esas reformas educativas,
en vez de reducir, mantienen y hasta amplían las cifras de
niños y jóvenes excluidos de los sistemas escolares en
América Latina. Mientras eso ocurre, la propaganda oficial
atiza el anhelo, a horcajadas sobre el mismo modelo, de salir un
día (incierto) del atolladero.
En América Latina fueron muchos y variados los intentos
de reforma. En el caso especifico de Colombia, tampoco faltaron
planes. Desde “El Revolcón Educativo”, “El
Salto Educativo”, “La Educación para Construir
la Paz”, “La Revolución Educativa”
–de las administraciones presidenciales Gaviria Trujillo
(1990-1994), Samper Pizano (1994-1998), Pastrana Arango
(1998-2002), Uribe Vélez (2002-2006)–, son una
indicación de que se continúan generando, una tras
otra, nuevas piezas de recambio, bajo la justificación de no
haber logrado aún la meta deseada. Esto ocurriría,
precisamente, porque no se ha dispuesto del tiempo suficiente
para dar la forma acabada al “Nuevo Sistema Escolar”
y, en la acción educativa, al “Nuevo
Colegio”.
Desde hace poco, la modalidad de las “Charter
Schools” o “Colegios en Concesión” ha
comenzado paulatinamente a ser implementada en Municipios,
Departamentos y Distritos colombianos. Tal es el caso del
Distrito Especial de Bogotá, en donde ya funcionan 23, de un
proyecto inicial de 57, que son administrados por empresarios,
algunos de ellos con experiencia en la educación
privada.
Las limitaciones intencionadamente impuestas a la
información sobre las políticas educativas y las
medidas dosificadas con las cuales se van introduciendo los
cambios, a manera de partes de un rompe-cabezas, han impedido
tanto a los educadores/as, familias y comunidades, como a
aquellos que trabajan en Facultades de Educación y
Departamentos de Pedagogía, elaborar un análisis con el
suficiente acervo académico.
Las proyecciones de cuanto ha de pasar con los nuevos
movimientos del poder ejecutor se ven limitadas o imprecisas.
Las contra-respuestas posibles, como las de los académicos
críticos y las de las organizaciones magisteriales, a las
cuales los “ajustes” han afectado hondamente,
llevándolas casi a su congelamiento y extinción, sufren
los efectos de este mecanismo de control de la información
en lo nacional, así sea componente de unas prácticas
diseñadas en los Estados Unidos, de donde son
extraídas.
Las “Charter Schools” funcionan desde la
década del noventa en algunos estados de los Estados Unidos
con la intención evidente de masificar su radio de
acción en el futuro. El libro, “Escuelas charter y
empresas: Un discurso que vende” de Mónica Pini,
fruto de su investigación doctoral sobre las “Charter
Schools”, llega no sólo con la pertinencia de la
información esperada, sino con el cuerpo entero del
rompe-cabezas; el cómo y el hacia dónde conduce esta
certera estrategia de la privatización de la educación
pública, forjando un sistema paralelo de educación
privada, sostenido con los fondos públicos a través de
los impuestos de los ciudadanos, como con acierto lo recalca la
autora.
Pini analiza seis empresas líderes en el área
utilizando para ello el método del análisis
crítico del discurso. La autora discute tanto la imagen y
promoción publicitarias en los medios masivos y las
páginas electrónicas, como los contenidos de las
políticas públicas y las normas que regulan el
funcionamiento de este sector. Sin presencia directa aún
en el “mercado educativo” latinoamericano, las
empresas Advantage Schools, Beacon, Edison Schools, Leona Group,
National Heritage Academies, Mosaica, integran este conglomerado
empresarial que desde la década del 80 está
expandiéndose. Este conglomerado, señala Pini, cuenta
con fuertes nexos en sectores políticos y funcionarios de
las sucesivas administraciones gubernamentales, conservadores en
su mayoría, algunos de ellos ejecutores de las reformas
educativas promulgadas a raíz del Informe “A Nation at
Risk”.
Desde las páginas iniciales de este estudio, la autora
previene que “Quizá se pueda cuestionar que la
metodología elegida atiende solamente a los aspectos
discursivos de la realidad, en vez de realizar trabajo de
campo”; sin embargo, “…el estudio del discurso
puede ayudarnos a descubrir los sutiles modos de operar y la
relación entre coerción y consenso”;
“…el enfoque es en los discursos–prácticas
a través de textos de fuentes primarias, triangulando las
interpretaciones con documentos e informes de
investigación” (59-60), en abundante profusión
sobre esta “solución” educativa, surgida
aparentemente en respuesta a los “fracasos”
atribuidos a la educación pública.
Una vez recorrido su libro de 200 páginas, según la
visión de una investigadora argentina, se posee una cosecha
suficiente para saber hasta dónde pueden llegar las
soluciones de mercado para la educación. Algunas de esas
propuestas ya están en curso en América Latina. En este
libro están presentes la concepción, la
organización, las metas, el marketing para captar
“clientes”, las líneas ideológicas, los
nexos entre política y negocios, la reconversión de los
contenidos de la educación siguiendo los principios
fundamentados en la doctrina del mercado, sus contradicciones, la
truculencia de sus mensajes, su desgaste y fracasos, su
pugnacidad por degradar el trabajo de las escuelas realmente
públicas, el impacto negativo causado a la profesión
docente –cualquiera puede ser contratado para
enseñar–, a maestros y sindicatos, a los estudiantes
signados desde el currículum a reproducir su condición
y nivel sociales.
Al ser ésta una instrucción
“pública” (o para pobres?) requerida por la
sostenibilidad de la “democracia norteamericana”, los
recursos de imagen y de marketing, de virtuosismos corporativos,
han apuntado a persuadir a comunidades y padres de familia,
emotivamente convencidos de una “educación de
excelencia”, de “calidad”, “altamente
competitiva” para sus hijos. Mientras se ven cada vez
más comprometidos a la entrega de su trabajo colaborativo
gratuito, estas corporaciones amasan fortuna y se expanden, a la
manera como cualquier empresa lucrativa lo aspira en el mundo
globalizado capitalista.
La “crisis” manufacturada –según
expresa la autora–, acompañada por una campaña de
deslegitimación de la educación pública,
auspiciada y aprovechada por la “mano invisible” de
empresarios y políticos, provee de razones legitimadoras a
esta estrategia de privatización, en tiempos de desmonte del
Estado de Bienestar: “Molnar afirma que la
publicación del informe A Nation at Risk en 1983
(National Comission for Excellence in Education) sirvió para
elevar el interés en la privatización a causa del
diagnóstico catastrófico que presentaba con respecto a
la educación pública. Este autor describe el origen y
desarrollo de las primeras corporaciones que identificaron la
educación pública como una buena inversión para
capitales en riesgo y también explora la conexión entre
estas corporaciones y políticos y fundaciones
conservadoras” (p. 28).
En la página siguiente, Pini continúa explicando
que: “con 53 millones de estudiantes (primaria y
secundaria), y un presupuesto declarado de US$300 billones al
año (1999), la educación puede ser un gran negocio en
los Estados Unidos, razón por la cual los diarios y revistas
de negocios publican más información y muestran
más interés en este fenómeno que las revistas
académicas” (p. 29). A los defensores de la
incorporación de mecanismos de mercado en la educación,
para quienes “la educación es un negocio”, donde
“Eficiencia, expansión y lucro son sus principios
orientadores”, replica concluyente: “La noción
de educación como un negocio igual a cualquier otro no es
compatible con la idea de educación como bien público.
Si prevalece el modelo de mercado para la educación, la
noción instrumental o utilitaria de educación
ganará tal grado de aceptación que es probable que
eclipse la idea de que la educación es un valor en sí
misma” (p. 33).
Desde una posición crítica, cumplidos los esbozos y
referentes metodológicos del camino a seguir por su
investigación a través del universo discursivo de las
escuelas charter, un propósito adquiere especial relevancia,
debido a los destinatarios preocupados por esta
problemática: “…este estudio pretende contribuir
a desarrollar la habilidad de la gente de recontextualizar
el discurso dominante, esencial para la lucha
contra-hegemónica, así como contribuir a la
constitución de contra-públicos y estructuras de
apoyo que puedan desafiar los discursos y acciones que
corresponden a la cultura corporativa” (p. 33). Así
lo corrobora el despliegue analítico minucioso de su
trabajo.
Los 7 capítulos en los cuales se divide este libro tratan
de ser lo más fieles posible a propósitos como el
anterior, exponiendo y cuestionando metódicamente los
desarrollos institucionales, empresariales, políticos,
docentes, estudiantiles, familiares, tanto como los resultados y
la evaluación gubernamental, tenidos por las empresas que
operan Charter Schools en cada uno de los Estados donde operan.
“Estrategias discursivas” y “Apropiación
simbólica y material de lo “público”,
“Condiciones que favorecen las operaciones de las EAES en
las Escuelas Públicas de Arizona, Michigan y Texas” y
“Otra imagen de las EAES”, a manera de
“Conclusiones Generales”, resumen cada uno de los
subtemas puntuales analizados.
La lucha ideológica por la apropiación y control
del patrimonio cultural, y el lenguaje y enfoque a la mente
ciudadana, a los propios educadores, está en el escenario de
la controversia suscitada por los cambios introducidos en los
sistemas educativos. Términos clave como
“crisis” de la educación, “libre
elección”, “elección de escuela”,
“participación”, “lo público”,
la función del Estado, devienen en una “lucha por el
sentido”: “…el llamado a la
“elección”, -dice la autora interpretando el
pensamiento de Popkewitz en “Sociopolítica de las
Reformas Educativas”– que es una metáfora
política y económica de profundo contenido
simbólico, es un ejemplo de la apropiación conservadora
de una atesorada fé en la libertad…el modelo
educacional de la concesión y la contratación está
relacionado con la privatización en otros sectores de la
economía tales como los servicios de salud, los fondos de
retiro y transporte. Poderosos intereses políticos y
económicos están levantando la bandera de la crisis
educativa como parte del ataque al estado en general y al sistema
educativo público en particular, como uno de los
últimos elementos sobrevivientes del estado de
bienestar” (p. 41).
Pini acude de nuevo a Popkewitz para explicar cómo se
alcanza esta conversión de lo público a lo privado, en
la pretensión corporativa de hacerla ver como parte de lo
público: “Estrategias sofisticadas y poderosas son
usadas para transformar discursos mercantiles en ideas
colectivas, haciendo aparecer los intereses de las corporaciones
como la expresión política de toda la sociedad”
(p. 43), en el interés también de forjar un
“capital humano” bajo una apreciación de
insuficiencia: “construir “capital humano” es
el objetivo principal de este “nuevo” credo
educacional. En esta perspectiva economicista, a todos los que
son considerados incapaces de altos niveles de rendimiento
escolar se les enseñará solo lo básico”. Lo
“público”, “…es redefinido y
devaluado en las dos últimas décadas a través de
las influencias de las políticas y los discursos
neoliberales…”, y estas “democracias”,
como la de mercado de Fukuyama, conducente hacia “el fin de
la Historia”, persiguen la consolidación del
“mejor sistema político y el fin de la lucha
social” (págs. 44-45-46).
El análisis crítico del discurso y la
genealogía de la historia de corte foucaultiano, al
transitar por la descripción, la interpretación y la
explicación, develan “el uso del vocabulario y las
imágenes” en el juego de las estrategias publicitarias
con el fin de “construir relaciones, imágenes y
consumidores” en las seis empresas administradoras de
educación: Advantage Schools con 15 escuelas, en 9 Estados;
Beacon Education Management con 27 servicios completos en 5
Estados; Edison Schools con 89 escuelas en 22 Estados; The
Leona Group con 34 escuelas en 2 Estados; Mosaica Education con
18 escuelas en 5 Estados; Nacional Heritage Academics” con
18 escuelas en 3 Estados. Estas empresas educativas atienden una
población compuesta por estudiantes de color, etnias
extranjeras e hispanoamericanos de estratos 1 y 2, según la
clasificación de los norteamericanos, establecidas en
aquellos distritos y localidades con presupuestos significativos
para el sostenimiento de escuelas públicas. En aquellos
estados donde no se asignan montos semejantes, no existe
interés en su expansión.
La asignación de contratos a estas organizaciones,
depende de los concejos locales y de algunas universidades
autorizadas. La mirada analítica de las prácticas
discursivas de estas empresas también va reconstruyendo y
evaluando, acorde con los pautas metodológicas establecidas,
los componentes de la organización escolar
–misión y filosofía, disciplina, estudiantes,
currículo, maestros, financiamiento, servicios, padres y
responsabilidad, (publicitados en las páginas
electrónicas), en búsqueda de la coherencia interna
exigible y contrastando entre resultados obtenidos,
investigaciones independientes, artículos, noticias y
entrevistas periodísticas sobre el tema de las Escuelas
Charter o Colegios en Concesión.
Es llamativo por demás cómo la campaña
análoga de estas empresas contra las escuelas públicas,
presente en sus consignas de oferta, ha remarcado el atractivo de
currículo innovativa y a la hora de comprobar este supuesto
“Con la excepción de Paragon, que es un programa
desarrollado por Mosaica, ninguno de los otros son nuevos y todos
han sido extensamente utilizados en las escuelas
públicas”, según Apple, Berliner y Biddle,
Rothstein. Mónica Pini puede colegir: “Estas
prácticas uniformes como la aplicación de
currícula idéntica sobre distintas comunidades parece
contradecir la afirmación de las Empresas Administradoras de
Escuelas, EAES, acerca de que se dirigen a las necesidades de la
comunidad. Los críticos de Success for All, el programa
utilizado por Edison Schools, dicen que éste no
contextualiza el aprendizaje ni funciona exitosamente para todos
los estudiantes (SFA, 2001)”. De la proficiencia de los
contratados para enseñar, se traen ejemplos francamente
preocupantes en cualquier medio educativo, mientras irrumpe el
debate nacional “…sobre los curricula de las escuelas
y los estándares, sus significados políticos y las
consecuencias para el aprendizaje de los niños y el
profesionalismo de los maestros”. Otro tanto se encuentra,
en el país de la tecnología por excelencia, sobre la
integración de ésta al aula de clase, otro slogan
publicitado de la modernización ocurrida en estos
planteles: “Todas las compañías afirman que
integran la tecnología a la clase, pero sólo dos de las
empresas (Edison y Mosaica) realmente han desarrollado algún
tipo de programa electrónico de aprendizaje”
(págs. 106-107).
Tratándose de un asunto central para comprender las
políticas educativas, el capítulo VI trata las
relaciones entre empresas y políticas de Estado, sin las
cuales este Sistema Escolar Paralelo no pasaría de los
entresijos de una retórica más de la política.
Las características demográficas, la riqueza de los
Estados, el apoyo político y las leyes crean las condiciones
favorables al surgimiento y expansión de esta modalidad de
mercado educativo. Pini comenta que “Al igual que en
Arizona, el apoyo a un modelo de mercado para la educación
pública en Michigan ha sido sustentado por los niveles
más altos del gobierno, desde el Gobernador y el Consejo
Estatal de Educación hasta los legisladores y grupos
poderosos pro-mercado…”. Sin embargo, en Texas, en
el debate legislativo sobre las Escuelas Charter, el equipo
designado de tres miembros de la Cámara de Representantes
“…elevó un informe sugiriendo que no se abran
más escuelas públicas operadas por grupos privados por
un lapso de al menos dos a cuatro años. Según el
informe de la Comisión, la tasa de aprobación de los
estudiantes de las escuelas públicas comunes, en el Test de
Evaluación de Competencias Académicas de Texas de 1999
(TAAS), fué más del 24% mayor que para los estudiantes
de escuelas Charter” (págs. 161-162).
Los maestros se encuentran sujetos a la temporalidad de un
contrato con sueldos comparativamente más bajos, sin
prestaciones adicionales y sometidos a extenuantes jornadas de
trabajo, lo cual parece repercutir nocivamente entre los
jóvenes desalentando el ingreso a la carrera docente:
41.300 vacantes en Texas, según Pini, están siendo
cubiertas por personas no aptas pedagógicamente.
Fuerzas políticas, nacionales y estatales,
demócratas y republicanas, aliadas de grupos empresariales,
provistos conceptualmente por intelectuales identificados con la
ideología neoliberal y neoconservadora, han afianzado el
poder requerido para emprender, a través del diseño de
esta estrategia, la apropiación y suplantación del
sentido y los haberes patrimoniales de la educación
pública. Pini comenta el caso de Diana Ravitch, renovadora e
impulsora de la ideología de los estándares y las
competencias, –para citar ejemplos bien ilustrativos–
quien inició su carrera en las dependencias gubernamentales
educativas y luego continuo en el sector privado convertida en
firme bastión de idea de las ventajas de “la
privatización escolar”, concebida como una lucha
política por el poder y el control social: “…la
elección de escuela, en la opinión de Ravitch, no
depende de resultados o mejora de objetivos académicos
–es una lucha política sobre si la educación
pública será o no objeto de las fuerzas del
mercado” (p. 165).
Ideas similares son defendidas por la Heritage
Foundation, señala Pini,(cuya misión es:
“Formular y promover políticas públicas
conservadoras basadas en los principios de la libre empresa, el
gobierno limitado, la libertad individual, los valores
norteamericanos tradicionales y una fuerte defensa
nacional”), que “ha expandido su intervención en
las políticas federales de educación, ubicando a la
educación como una de sus cinco primeras prioridades”.
(págs. 165-166).
La reducción de lo público, la restricción de
la democracia y la ampliación de los abismos sociales, el
deterioro de la formación individual y ciudadana como
consecuencias directas –entre las muchas–, comparten
el espacio crítico en las “Conclusiones
Generales”, extraídas de esta rigurosa
investigación, con resultados, hasta ahora, adversos a la
continuación y expansión de la ambición
irrefrenada del mercado con la Educación: “la
triangulación realizada provee una caracterización de
las EAES que no resulta consistente con la imagen que dan de
sí mismas” (p. 169), citando a Chouliaraki y
Fairclough, guías metodológicos de esta juiciosa
indagación, donde la pregunta concluyente de ¿qué
hacer, entonces? no queda al margen: Apoyada en esos autores,
responde: La resistencia contra esta forma de institución,
“opera en múltiples niveles: simbólico,
material, emocional”, porque conjuntamente con Anderson
(1998), citado por la autora, “Las iniciativas
contra-hegemónicas que apuntan a defender y mejorar las
instituciones deben incluir la redefinición y
reapropiación de los objetivos sociales de dichas
instituciones, desenmascarando los objetivos de lucro y
enfatizando la participación auténtica” (p.
170).
Denodado ejercicio intelectual, enteramente recompensado,
“Escuelas Charter y Empresas: Un Discurso que Vende”,
resulta iluminador, vaticinador de cuanto, a la vez, se ha venido
implementando en la mayoría de los países
latinoamericanos y en Colombia, condicionados a un mismo modelo
de desarrollo. El examen y el balance realizados a las Escuelas
Charter en los Estados Unidos, de la mano de Mónica Pini en
sus varios sentidos aquí ya expuestos, es una
radiografía por adelantado de los Colegios en
Concesión, publicitados y financiados como la gran
alternativa de la “modernización” y la
“calidad” proclamadas. Mónica ha develado el
otro rostro de esta alianza estratégica, constituida por los
poderes en apropiación de los bienes públicos, como lo
es la educación.
Acerca de la autora del libro
La Dra. Mónica E. Pini es Profesora de Enseñanza
Primaria, Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación
y Master en Administración Pública de la UBA.
Completó su Ph.D. en Educación en la Universidad de New
Mexico, USA, con la tesis “The Corporatization of
Education: Education Management Organizations (EMOs) and Public
Schools (La corporativización de la educación: Empresas
Administradoras de Educación (EAEs)y las escuelas
públicas)”. Sus áreas de estudio son la
política y administración de la educación. Ha
trabajado como docente en todos los niveles del sistema educativo
argentino, ha asesorado en la Dirección de Gestión de
la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos
Aires y ha participado en diferentes proyectos de
investigación en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires
y en la Universidad de New Mexico. Ha recibido becas para
estudiar en el país y en el exterior, ha realizado
publicaciones y expuesto en la Conferencia Anual de la
Asociación Norteamericana de Investigación en
Educación (AERA) en diferentes oportunidades. Actualmente es
investigadora en la Unidad de Investigaciones Educativas del
Ministerio de Educación y Coordinadora del Programa de
Investigación, Desarrollo y Asistencia en Educación de
la Escuela de Posgrado de la Universidad de San Martín.
Acerca del autor de la reseña
Rafael Díaz Borbón es Profesor de Tiempo Completo en
el Departamento de Pedagogía de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas en Bogotá. Es el Director de
la Revista Opciones Pedagógicas, especializada en
Educación de la misma Universidad. Autor de obras
literarias y pedagógicas, entre estas segundas están,
“La Universidad Colombiana, Una Crisis
Institucional”, “Crisis de Valores y Educación
Moral”, “La Universidad Distrital: ¿Paradigma
de la Crisis y Disolución de la Universidad
Pública?” y numerosos ensayos, editoriales y
reseñas críticas en la Revista que dirige.
Reseñas Educativas/ Resenhas Educativas
publica reseñas de libros sobre educación, cubriendo
tanto trabajos académicos como practicas educativas.
Todas las informaciones son evaluadas por los editores:
Editor para Español y Portugués
Gustavo E. Fischman
Arizona State University
Editor General (inglés)
Gene V Glass
Arizona State University
Reseñas Educativas es firmante de la Budapest Open Access Initiative.
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