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Martínez Rizo, Felipe. (2003). Calidad y
equidad en educación: 20 años de reflexiones.
México: AULA XXI Santillana
215 páginas
ISBN 970–29–0426–9
Reseñado por Elsa M. González y
González
Texas A&M University
26 de abril de 2004
Resumen
En este nuevo libro de Felipe Martínez Rizo, el autor nos
presenta una muestra más de su vasta experiencia en el campo
de la educación en México. Al titular su libro
Calidad y equidad en educación: 20 años de
reflexiones, Martínez Rizo movido por una latente
preocupación social sobre la situación de desigualdad y
deficiencia que vive la educación mexicana. Nos presenta no
solo 20 años de reflexiones, sino también un completo
resumen de 20 años de trabajo en investigación
educativa. Este libro invita al lector a preguntarse que puede
hacer cada uno desde su trinchera para mejorar la calidad y la
equidad de la educación de México.
Abstract
In this new book by Felipe Martínez Rizo, the author
presents a sample of his vast experience in the field of
education in Mexico. He has been moved by a latent social concern
for the situation of inequity and deficiency in which Mexican
education exists. He presents not only 20 years of reflexions but
also a comprehensive summary of 20 years of educational research.
This book invites the reader to ask what everyone can do from
their own circumstances to improve the quality and equity of
education in Mexico.
Introducción
Tratar de presentar un libro que ya en sí es un resumen
de 20 años de arduo trabajo de investigación es
complejo, pero la riqueza del mismo da lugar a tratar de expresar
de manera activa lo que el lector puede encontrar en esta obra a
manera de consideraciones, datos, y porque no desafíos que
captarán la atención de todo aquel que se encuentre
interesado en la educación mexicana.
La obra se encuentra organizada en seis capítulos, los
cuales expresa el autor son el producto de dos décadas de
investigación y docencia en el ámbito de la calidad y
la desigualdad educativas. Los capítulos presentan trabajos
previos del autor cuyos temas continúan siendo de actualidad
y tema de debate en México y en el mundo.
A través de los seis capítulos, el autor comienza
explicando el concepto de calidad y si es posible medirla,
así como el concepto de desigualdad y su aplicación de
ambos al concepto educativo. El capítulo inicial contiene
también una síntesis de la investigación realizada
en estos ámbitos referentes a la calidad de la
educación y desigualdad educativa, así como visiones
recientes con respecto a factores de rendimiento escolar de un
alumno en un grupo cualquiera. En los capítulos siguientes,
Martínez Rizo presenta de manera sintetizada los resultados
de tres décadas de investigación y análisis de
datos en relación a la profunda presencia de desigualdad
educativa en México de 1970 al 2000. La obra termina con una
explicación de los aspectos cuantitativos y cualitativos de
las políticas compensatorias que han sido aplicadas a
través de estos años, terminando así con la
presentación de un desafío para todo aquel interesado
en el ámbito de la educación, así como la
sugerencia algunas medidas para corregir las desigualdades y
deficiencias en la calidad en educación; todo lo anterior a
manera de reflexiones finales.
La obra comienza con una presentación directa de la
desigualdad social una de las principales problemáticas que
México enfrenta y que se relaciona con muchas otras
situaciones que aquejan a la sociedad mexicana. Para iluminar
esta aseveración, el autor incluye referencias de varios
autores a través de los siglos que penosamente coinciden en
el diagnostico presentado por el autor. El problema de la
desigualdad social se ve perfectamente reflejado en la
situación educativa de México y la problemática se
ve agravada por la situación de calidad con que se ofrece la
educación. Martínez Rizo señala “ La equidad
sólo existirá si la educación disponible para los
niños de un país tiene un mínimo de calidad en
todos los lugares, y no solamente en los sectores
privilegiados” (p. 20).
En el Capítulo 1 el autor ofrece una panorámica del
desarrollo del sistema educativo mexicano durante el siglo XX;
comenzado con los desafíos - de dar cobertura en los niveles
elementales de escolarización, llegando hacia finales del
siglo y ver entonces que la problemática enfatiza ahora - la
calidad de la educación. Para entender mejor los temas de
calidad e igualdad educativas, Martínez Rizo presenta en
este capítulo, una revisión teórica y los avances
aportados por diversos trabajos de investigación realizados
alrededor de los conceptos de calidad, igualdad, desigualdad,
factores que provocan ésta última, y finalmente el
papel de la escuela. El autor concluye el capítulo
cuestionando - los esfuerzos por apoyar a estudiantes con
resultados escolares bajos, independientemente de que sean
resultado de factores como herencia genética, medio familiar
o medo escolar. (que tipo de esfuerzos? Favor de aclarar este
párrafo) Cuando dichos esfuerzos pueden ser hechos por las
autoridades escolares, la escuela, la familia y todo aquel que
comparta valores de igualdad de tal forma que el alumno logre
desarrollar sus capacidades intelectuales básicas.
El Capítulo 2, a manera de seguimiento del anterior,
muestra una síntesis de trabajos de investigación
recientes que a nivel internacional han sido realizados sobre los
factores de rendimiento escolar, así como las
metodologías de investigación – utilizadas en
esas investigaciones. El autor hace un análisis de los
resultados de dichas investigaciones y los agrupa en factores del
entorno social y familiar, factores del alumnos, y factores del
entorno escolar. Con esto el autor trata de dar una idea de la
forma compleja en que se relacionan las numerosas variables
particulares del rendimiento escolar. Como lo menciona el autor
los trabajos son innumerables y cada vez mas detallados y
cuidadosos, lo que nos hace acercarnos a la búsqueda de la
verdad.
Un análisis de la desigualdad educativa en México
entre los años 1970 y 1990, es presentada en el
Capítulo 3. Durante las primeras páginas del
capítulo, el autor nos presenta una interesante
síntesis histórica del concepto de igualdad educativa,
y nos muestra que tan reciente ha sido el desarrollo del mismo;
dicho tema toma su auge en la segunda mitad del siglo XX, para
llegar durante el fin del siglo, a conclusiones en cuan
difícil se ve el lograr dicha igualdad. La preocupación
por dicha desigualdad educativa no excluye a México, las
publicaciones y trabajos al respecto muestran el efecto de la
misma en los estudiosos de la educación en el país.
Como resultado de esta misma preocupación, el autor
concentra en las siguientes páginas de este capítulo,
el análisis cuantitativo de la concentración escolar en
los niveles nacional y estatal de México, basado en los
resultados de los Censos Nacionales de Población de 20
años, de 1970 a 1990. El análisis representa un arduo y
meticuloso trabajo de síntesis, que en palabras del autor,
busca “el permitirnos apreciar los alcances y las
limitaciones de una política educativa que nunca
abandonó el discurso de la igualdad, pero tampoco lo ha
llevado a la práctica efectiva y regularmente”
(p.82).
La medida que selecciona el autor para analizar la desigualdad
en México, es el índice Gini , el cual es utilizado en
diversos países; el autor nos recomienda ser cautos al
querer comparar resultados entre países, principalmente
debido a que dicha medida puede haber sido calculada sin tomar en
cuenta los mismo criterios. Pese a la gran cantidad de datos,
Martínez Rizo logra con éxito presentar un detallado e
impresionante análisis de los mismos. Concluyendo, que pese
a la situación de desigualdad que continúa
prevaleciendo:
Hay elementos para creer que una población con una
escolarización mejor distribuida, y de una calidad más
uniforme, constituye un factor de primera importancia para un
desarrollo económico, tecnológico y científico,
mejor. Pero no es indispensable contar con pruebas de lo anterior
para opinar que una educación de calidad para la totalidad
o, por lo menos, la gran mayoría de la población, puede
ser una contribución formidable para el desarrollo
cualitativo, cultural, del país, además de ser un
imperativo ético. (p. 132)
El Capítulo 4, constituye una extensión
de la ardua labor presentada en el capítulo previo,
agregando información relativa al periodo 1970 al 2000. La
primer parte resultará de sumo interés para aquellos
que se encuentren estudiando los temas educativos y su
medición, ya que de una manera muy detallada, el autor
explica la metodología aplicada para calcular e interpretar
la desigualdad educativa y su medida. En la segunda mitad del
capítulo, y tomando las cifras del Censo 2000, Martínez
Rizo presenta datos para cada estado de la República
Mexicana relativos a la distribución de la escolaridad de
1970 a 2000. Además de cifras relativas a cambios en la
escolaridad, lugar ocupado por las entidades en cuanto a promedio
de grados de escolaridad así como cifras correspondientes a
varios países del mundo. La riqueza de los datos presentado
es complementada con un claro y detallado análisis,
resultado de la experiencia del autor durante sus trabajos de
investigación y docencia. Para aquellos que no hemos tenido
la fortuna de tener al autor como profesor de uno de sus cursos,
el libro resulta la oportunidad perfecta para acercase a dicha
experiencia y aprovechar la experiencia de un gran profesional en
el campo de la educación. Después del análisis, el
autor llega a conclusiones donde identifica que la evolución
de la desigualdad educativa sigue vigente y agrega “la
importancia de los avances en la escolaridad y la forma en que
ocurren parecen mostrar un proceso en el que la oferta sigue a la
presión de la demanda y no es el resultado de políticas
compensatorias sistemáticamente implementadas”
(p.160).
El Capítulo 4 concluye con un análisis entre la
relación que puede existir entre la distribución del
ingreso y de la escolaridad en distintos países. El autor
enfatiza:
Como ocurre con el ingreso, en la escolaridad también
la desigualdad constituye un lastre que dificulta los avances. Si
un país quiere mejorar sus resultados educativos promedio,
la mejor estrategia es seguramente hacer esfuerzos particulares
para que mejoren los de los alumnos de las zonas más
desfavorecidas. (p. 168)
Otro aspecto analizado en esta obra es el
referente a las acciones que se emprenden buscando mejorar los
niveles de aprendizaje; el Capítulo 5, aborda el tema de la
políticas compensatorias en este sentido. Al concluirse que
los resultados escolares son el producto de una “compleja
interacción de numerosos vectores causales, tanto de parte
de la demanda como del lado de la oferta educativa”
(p.172); así como de las deficiencias en ambos sectores,
hace sugerir al autor la necesidad de reforzar las medidas
educativas de tipo compensatorio. A partir de estas reflexiones,
Martínez Rizo nos presenta diversas consideraciones sobre
aspectos cuantitativos y cualitativos de la oferta educativa
mexicana. El autor comienza aseverando acerca de la carencia de
información precisa y confiable sobre los aspectos más
fundamentales de los insumos de las escuelas, enfrentándonos
a la siguiente realidad: también sabemos que hay escuelas
bien dotadas o paupérrimas, unas con computadoras y otras
sin pizarrones (CICC, 1989). En cuanto a los aspectos
cualitativos, el autor nos presenta tres conceptos para explicar
el nivel de aprendizaje de los alumnos, entre los que se
encuentran: el uso efectivo del tiempo, la administración
del trabajo en el aula, y los modelos y formas de enseñanza.
El capítulo concluye con una reflexión en torno a la
idea que de tal forma que se mejore la calidad de las escuelas,
es necesario un esfuerzo conjunto de directores, maestros, y
padres de familia; de tal suerte, que los esfuerzos y recursos
destinados en este sentido sean aprovechados de una mejor
manera.
Finalmente, en el Capítulo 6, el autor plasma
algunas reflexiones finales, producto del análisis en cuanto
a la relación de las evaluaciones internacionales con las
estrategias de mejoramiento de la calidad educativa.
Martínez Rizo es muy claro al respecto y afirma:
Para que ese interés por la calidad de la
educación y la evaluación educativa lleve a decisiones
y acciones adecuadas, sin embargo, es fundamental que las
reflexiones al respecto tengan en cuenta la complejidad de los
temas, evitando concepciones superficiales que reducen la
noción de calidad a algunos elementos vistosos, que pueden
impresionar a un observador poco informado, pero que no llegan a
las cuestiones sustantivas. Se necesita contar con un concepto
preciso y rico de calidad educativa. (p. 183)
El autor toma un rol proactivo al respecto, y nos
sugiere algunas de las formas en que se puede mejorar la calidad
educativa, presentándonos estrategias curriculares,
estrategias relacionadas con los maestros, estrategias
relacionadas con las escuelas, estrategias de apoyo por parte de
las estructuras intermedias, estrategias de apoyo por parte de la
sociedad, y estrategias de evaluación. Martínez Rizo a
través de las páginas de esta obra nos insiste en que
la tarea de mejorar la calidad de la educación, es tarea de
todos, y cierra su obra con los actores de esta tarea, entre los
que se encuentran: alumnos, maestros, directores, padre de
familia, académicos e intelectuales, sectores de la
sociedad, autoridades educativas en todos sus niveles, y
legisladores. Es tarea de cada uno de nosotros el tomar su
responsabilidad y actuar al respecto.
Quisiera concluir con un comentario al respeto de la destacada
e impecable organización de los trabajos, donde
Martínez Rizo nos invita a la reflexión de temas que
continúan siendo de actualidad en el campo de la
educación en México, su desigualdad y su calidad. En
donde además nos extiende una invitación para el
seguimiento de futuras investigaciones que busquen presentar y
sugerir soluciones a una problemática que persiste en
México y en otros países, después de años de
continuar vigentes.
Bibliografía
Cicc, A.C. (1989). Seminario sobre la modernización de
la educación primaria, Centro de Investigación
Cultural y Científica, México, mecanograma.
Sobre el autor del libro
Martínez Rizo, Felipe
Felipe Martínez Rizo es profesor de la
Universidad Autónoma de Aguascalientes, donde también
ha desempeñado los cargos de Director General de
Planeación y Asuntos Académicos, Decano del Centro de
Ciencias Sociales y Rector. Su trabajo sobre calidad,
evaluación y desigualdad lo han hecho un respetado miembro
de la comunidad de investigación educativa en México.
Ha participado en conferencias en una docena de países y
escrito 27 libros y más de 120 artículos. Coordina el
Doctorado en Educación de la UAA y dirige la Revista de la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior. Investigador Nacional Nivel II,
recibió el Premio ANUIES por contribuciones al desarrollo de
la educación superior en 1995. En octubre del 2002 fue
nombrado Director del Instituto Nacional para la Evaluación
de la Educación.
Acerca del autor de la reseña
Elsa María González y González
Elsa M. González y González es candidato a doctor
(Ph.D) en Desarrollo de Recursos Humanos Educacionales por Texas
A&M University, con énfasis en administración de la
educación superior. Cuenta con numerosas publicaciones, y
presentaciones. Su experiencia profesional incluye
responsabilidades como la Coordinación Administrativa de la
Oficina de Educación Contínua (CECOE) del Colegio de
Educación en Texas A&M University; diversas
responsabilidades administrativas en la Universidad de Guanajuato
(México); y Coordinación de Proyectos en la
Fundación Universidad-Empresa (FUEVA) de la Universidad de
Valladolid (España). Actualmente, se desempeña como
Co-Administrador de la edición del Handbook of Qualitative
Reseach, Tercera Edición por el Dr. Norman Denzin y la Dra
Yvonna Lincoln.
Email: elsa@tamu.edu
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