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Latapí Sarre, Pablo con la colaboración de
Concepción Chávez Romo. (2003). El debate sobre los
valores en la escuela mexicana. México: Fondo de Cultura
Económica (col. Educación y pedagogía).
236 páginas
ISBN 968-16-6959-2
Reseñado por Roberto Rodríguez Gómez
UNAM. Centro de Estudios sobre la Universidad
28 de mayo de 2004
La formación de valores en la educación
secundaria
El precepto constitucional de laicidad obliga a las
instituciones de educación pública en México a
abstenerse de inculcar contenidos basados en creencias
religiosas. La definición de la educación pública
como laica se gestó y resolvió en el marco de la pugna
entre liberales y conservadores de la segunda mitad del siglo XIX
y fue reforzado por los gobiernos posteriores a de la
Revolución Mexicana. Como consecuencia, La formación
en valores morales sería responsabilidad, casi exclusiva,
de la enseñanza cívica
Este estado de cosas, objeto de un continuo aunque soterrado
debate en el campo escolar, comenzaría a cambiar hacia la
década de los noventa del siglo pasado. Un punto culminante
del proceso lo constituyó la introducción en el
currículum de secundaria, a partir del ciclo escolar
1999-2000, de la asignatura Formación Cívica y
Ética, cuyo propósito general es formar en valores a
los jóvenes.
En este marco, el investigador del Centro de Estudios sobre la
Universidad de la UNAM, doctor Pablo Latapí Sarre, ha
dedicado dos obras de su producción reciente al estudio del
tema. La primera de ellas, La moral regresa a la escuela,
publicada el año 2000 por la editorial Plaza y Valdés
en coedición con el CESU, revisa los enfoques teóricos
contemporáneos acerca del vínculo entre educación
y moral, y ofrece un análisis sistemático sobre la
propuesta de contenido de la nueva asignatura. La segunda, que es
el objeto de este comentario, estudia la trayectoria
histórica del debate en México, los conflictos de
coyuntura, las definiciones teóricas, las posturas de
distintos sectores políticos e ideológicos, y los
métodos en uso para la formación ética.
Además, presenta los resultados de su investigación
sobre los programas establecidos en veintiún estados de la
República.
Tal y como se indica en el texto de contraportada de la obra,
el libro está destinado a un círculo amplio de
lectores: “maestros que se enfrentan cotidianamente a los
dilemas de la educación moral, académicos que
investigan sus fundamentos filosóficos y psicológicos,
funcionarios, padres de familia y estudiantes
normalistas”.. El propósito del autor de acercarse a
distintos lectores se ha cumple a cabalidad pues la obra tiene
virtudes que no es frecuente encontrar reunidas: relevancia
temática, rigor académico, claridad de exposición,
análisis sistemático y profundo, eficacia
comunicativa.
El primer capítulo, “antecedentes”, ofrece
una rápida pero certera revisión de los avatares de la
educación en valores en la historia de México. Se
revisan los trazos fundamentales del debate en el siglo XIX, la
impronta de la revolución de 1910, y las principales
definiciones elaboradas en el siglo XX. Se revisan con mayor
detalle las reformas de 1992, las iniciativas elaboradas en el
sexenio del presidente Ernesto Zedillo, las características
principales de la asignatura de Formación Cívica y
Ética y, por último, las propuestas del gobierno del
presidente Vicente Fox en torno a la formación de
valores.
El capítulo “conflictos”, segundo de la obra,
analiza la acción de diferentes fuerzas políticas -la
jerarquía eclesiástica, los poderes del Estado, las
cúpulas empresariales, el SNTE, entre otras- en el campo de
la formación valorativa. El procedimiento analítico del
autor en esta parte del libro consiste en el planteamiento de una
serie de “viñetas”, que ilustran y ejemplifican
la variedad de intereses puestos en juego, concretamente en el
nuevo ámbito de intersección entre educación y
formación de valores. La conclusión de Latapí al
respecto es muy clara Al mismo tiempo que reconoce la importancia
y el peso específico de los poderes que pugnan por el
control y la orientación de la educación pública,
señala que no conviene perder de vista que, en sus palabras,
“la disputa por los valores en la escuela se dirime,
más que en las controversias políticas que llenan los
titulares de la prensa, en la práctica rutinaria de todos
los días, y en esa práctica es el maestro el factor
decisivo.”
Los capítulos tercero (definiciones), cuarto (posturas) y
quinto (métodos) llevan al lector al territorio de los
debates teóricos y metodológicos contemporáneos
sobre la naturaleza de la formación ética, su
inculcación mediante la escuela y el maestro, y las formas
que se consideran más adecuadas para transmitir el
conocimiento de valores y dar lugar a la constitución y
desarrollo de “sujetos éticos.” El análisis
en esta sección de la obra tiene la ventaja de comunicar, de
manera sumamente clara , debates que provienen de disciplinas y
ramas teóricas especializadas. Sin concesiones de rigor
académico (frase confusa), Latapí consigue explicar los
ángulos cruciales de estos debates dejando en claro que se
tratan de opciones teóricas en controversia.
Al final de la sección el autor se pronuncia por una
“pedagogía moral”, construida por los actores de
la educación. Concluye que, “más que un
currículum de valores que prescriba actividades minuciosas,
la prioridad será formar a maestros y directivos que asuman
la transformación de la práctica docente y de la forma
de funcionamiento de la institución escolar.” La
coincidencia entre esa propuesta y el llamado “enfoque de
escuelas eficaces”, actualmente en boga, es evidente.
Aunque Latapí no se ocupa en desarrollar los posibles nexos
entre ambas posturas, abre una perspectiva de profundización
que los especialistas podrían considerar.
El capítulo VI, “propuestas” cierra la parte
analítica del libro. En él se ofrecen los resultados de
una exploración, llevada a cabo por el autor y su
colaboradora, de las propuestas que en materia de formación
de valores han propuesto diferentes organizaciones escolares
(públicas y particulares) en los últimos años. La
muestra seleccionada está dividida en dos grupos. El primero
recoge una serie de propuestas recopiladas por el autor entre
1997 y 1998. En este conjunto el abanico de representación
es sobre todo ideológico, abarca propuestas emitidas por
grupos católicos, escuelas y universidades privadas,
organizaciones no gubernamentales, autoridades educativas de la
SEP y algunas secretarías de educación en los estados,
entre otras. Se analizan en forma comparativa 21 programas
organizando su contenido con base en una tipología
desarrollada en el capítulo teórico de la obra.
El segundo conjunto considera el panorama de las propuestas de
formación de valores que se han desarrollado en los estados
a partir del cambio curricular de 1999. Para ello, se trabaja
sobre la documentación reunida en el Coloquio sobre
Formación Valoral realizado en mayo de 2002 en
Querétaro, auspiciado por la SEP y el gobierno de la
entidad. El material de trabajo de este conjunto es una muestra
seleccionado de 20 proyectos.
El trabajo de comparación de las propuestas de ambos
conjuntos permite al autor elaborar una síntesis y extraer
de ella conclusiones provisionales acerca de los temas
identificados en las propuestas, los ejes de contenido, los temas
insuficientemente desarrollados y los acentos que se colocan en
el papel del currículum, la organización escolar y los
sujetos responsables de la implementación curricular.
Al final del libro se presenta una útil
“recapitulación”, que espiga lo fundamental de
los temas tratados a la largo de la obra. La sola lectura de ese
capítulo brinda al lector apresurado un panorama bastante
claro de la temática, sus ángulos de referencia
históricos, políticos, conceptuales y
metodológicos; pero además da fundamento a una serie de
propuestas de orden prácticos con las que el autor cierra el
libro, recomendaciones que interpelan el papel corresponsable de
autoridades, maestros, padres de familia y otros sujetos
participantes en la gestión educativa.
Desde la publicación de este libro, a principios de 2003,
la política educativa correspondiente al tema de
formación de valores en el currículum de la
educación básica ha seguido evolucionando. En agosto de
2003 se inició la prueba experimental en un centenar del
primarias de diez estados de la materia correspondiente en
primaria. Se espera, además, que en el ciclo escolar
2004-2005 se incorpore a quinto y sexto grados para que, a
finales del sexenio en curso, el programa se extienda a las
más de cien mil primarias del país.
En vista de este panorama, la obra de Latapí se convierte
en un punto de referencia obligado para todos aquellos que
busquen entender y profundizar en la problemática de la
formación de valores en la educación pública. Pero
no sólo eso, El debate sobre los valores en la escuela
mexicana, es sin duda alguna un ejercicio ejemplar de
investigación educativa.
Sobre el autor del libro
Pablo Latapí Sarre se reconoce como pionero de la
investigación educativa en México. Ha sido profesor en
todos los niveles del sistema educativo (desde la
alfabetización hasta el doctorado), investigador, consultor
internacional, asesor de varios secretarios de educación,
creador de instituciones y programas de investigación
educativa y formador de generaciones de investigadores.
Además se destaca como difusor a través del periodismo
editorial, el cual ejerció continuamente desde 1964 en
diarios como Excélsior y revistas como Proceso. Su obra es
muy vasta; recientemente ha publicado, además del texto
aquí reseñado, Un siglo de educación en
México, en dos volúmenes, Fondo de Cultura
Económica (2002); La moral regresa a la escuela, UNAM,
Centro de Estudios sobre la Universidad (2000); El financiamiento
de la educación pública en el marco del federalismo,
Fondo de Cultura Económica (2000) y varios volúmenes de
recopilación de su obra periodística (Lecturas para
maestros y Tiempo educativo mexicano).
Sobre el autor de la reseña
Roberto Rodríguez Gómez es investigador del Centro
de Estudios sobre la Universidad e la UNAM y director de la
Revista Mexicana de la Educación Superior.
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